14.- Hechizado II

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El interior de la casa está en total oscuridad. Intento con el interruptor, pero no funciona.

—Creo que no hay electricidad. —comento frunciendo el ceño.

—Lo sé, he colocado velas por toda la casa, ¿crees que puedas encenderlas? —me pide con una sonrisa.

—En un segundo. —le sonrío mientras murmuro las palabras y al instante todo se ilumina.

Cuando mi vista se adapta veo que no solo hay velas; un camino de pétalos rojos se pierde rumbo a la habitación.

—¿Te gusta? —pregunta en un susurro mientras me abraza.

—Has estado entretenido toda la tarde. —comento con diversión.

—Muy ocupado en verdad, espero valga la pena. —miro el camino de pétalos.

—¿Hacia dónde lleva?

—Síguelo y lo sabrás. —me empuja dentro y comienzo a seguir el camino de pétalos.

—EL camino entra en la habitación y continúa hacia el baño. Allí la tina está preparada. Los pétalos rojos cubren toda la superficie del agua.

—¿Cómo has preparado todo esto?

—He tenido ayuda—murmura desde la puerta—. ¿Te apetece un baño de burbujas?

—¿Contigo dentro? —inquiero seductora.

—Desde luego.

—No diré que no a esa oferta.—murmuro con una sonrisa.

—Déjame ayudarte con la ropa.

Le doy la espalda y lo dejo deshacerme el zipper del vestido. Sus manos recorren mi piel muy lento y cada toque envía un escalofrío por todo mi cuerpo. Sus manos deslizan las mangas del vestido hacia abajo y después lo deja caer hasta el suelo. Comienza a besar mis hombros y después baja por mi columna hasta llegar a mi ropa interior. La desliza por mis piernas hasta el suelo. Desata mis sandalias y me las saca. Se pone de pie y me tiende la mano para ayudarme a entrar en la tina. Me acomodo en un extremo y me quedo observándolo. Me sonríe divertido mientras comienza a desvestirse. Y me quedo sin aliento en cuanto se saca la chaqueta y la camiseta blanca. Su mirada se posa en la mía mientras se desabrocha el pantalón y lo baja muy lento por sus piernas.

—Lo haces a propósito, ¿cierto? —le pregunto mientras me muerdo el labio inferior.

Aren se pone de pie aún con su bóxer puesto.

—¿A que te refieres? —inquiere jugueteando con la faja de su ropa interior.

—Te estás desnudando más lento de lo usual.

—Pensé que te gustaba que me desnudara despacio. Puedo hacerlo más rápido si lo prefieres.

—¡NO! —grito—. Déjame disfrutar de la vista.

Él sonríe divertido mientras se termina de desnudar lanzando su ropa interior lejos y después se une a mi en la tina. El nivel del agua sube y se desborda por los lados en cuanto él se sienta detrás de mí. Me recuesto a su pecho y cierro los ojos sintiendo el golpeteo desenfrenado de su corazón. Aren aparta el cabello de mi hombro y recuesta su cabeza allí. Sus manos acarician las mías con suavidad y sonrío.

—¿Sabes que es lo que más extraño de ser un vampiro? —susurra en mi oído.

—Que cosa.

—Tu olor a canela y manzana. Ya no puedo sentirlo.

Abro los ojos ante su respuesta, pero por el momento no tengo pensado hacer ningún comentario al respecto. Esta es una conversación que tendremos muy pronto, mañana quizás o pasado mañana. Hoy no quiero que se arruine la velada. Y si abro mi boca para decir algo, sé que lo arruinaré todo.

Puro Placer©✔️(+18) #3Where stories live. Discover now