El comienzo de todo

13- Idiota número uno a la vista

                     <<Capítulo 13>>

Que entres a la preparatoria y que tengas un jodido exámen del cual no sabías existencia alguna es lo peor de lo peor

He respondido sólo lo que sabía y me apuesto a que estaba mal.

Debió avisarnos antes, pero no, no lo hizo y aquí la mayoría a sufrir las consecuencias.

El timbre suena y Nicole agarra mi mano para salir del salón de historia contemporánea.

Jodida historia.

—No me lo esperaba —Nicole resopla—. Fue muy inesperado.

—Ni que lo digas —murmuro—, me jodió bastante tenerlo frente a mí y no saber que hacer.

—¿Pero ya tú lo conocías?

—¿De qué estamos hablando? —me detengo, la china golpea su frente.

—Yo hablo del nuevo, de Tomás, ¿tú de qué hablabas?

—Ay Nicole, yo hablaba del exámen.

—Oye tú —la chica ríe—. En fin. Sí, no soporté tener un exámen inesperado. Pero tampoco soporté ver al popular más jodido aquí.

—¿No se te ocurre escribir algo de él? —cruzo mis brazos y apoyo todo mi peso en una pierna—. Estaría bien que las personas recibieran chisme del nuevo y popular estudiante de Hoyer.

—¡¿Qué dices?! —me chilla aterrada—. Jamás haría eso. Escribir de él sería como escribir mi propia muerte. No sabes lo peligroso que es ese chico.

—Yo veo que todos le tienen miedo —ruedo mis ojos—. Pero a mí me vale madres. Se mete conmigo le digo las verdades y a la verga, ¿no?

—Sí, a la verga se irá tu vida en la preparatoria. Él puede acabar con cualquiera.

—Yo no le tengo miedo —me encojo de hombros—, sólo es un idiota que quiere respeto. Pero de mi parte no lo tendrá.

—Kira...

—Nicole, no me dejaré pisotear por nadie, sabes como soy.

—Sí, sé como eres. Siempre a la defensiva, menos mal que tienes defensores.

—Igual vas a salir con eso —hago una mueca.

—Sabes que Arthur haría cualquier cosa por tí, y Lucas es amigo nuestro.

—Sí, lo sé.

—Entonces si se mete contigo pobre.

—Las pelirrojas somos peligrosas.

—Los enamorados más.

—¿Qué?

—Nada —ríe.

—¿Acaso piensas que Arthur está enamorado de mí? —enarco una ceja.

—Mmm, no lo sé —se encoge de hombros—, pero siempre está arriba de tí.

—Le gusta molestarme, eso es todo.

—Le gustas Kira —rueda sus ojos—, y eso lo sabes.

—Sí...

—Y del gusto al enamoramiento hay unos pocos pasos.

—Pff, Arthur no se enamora —sacudo mi cabeza.

—Ok, como digas Kira. Aquí todos tenemos corazón, y el corazón hace lo que se le pegue la gana. El bad boy se puede repetir cientos de veces al día que no quiere enamorarse, al final el corazón hace lo que quiere. En un abrir de ojos se puede enamorar.