𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝐃𝐢𝐞𝐜𝐢𝐨𝐜𝐡𝐨

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┏━━━━━୨♡୧━━━━━┓ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴ ꜰᴜᴇɢᴏ, ᴅᴀʀᴄʏ┗━━━━━୨♡୧━━━━━┛ɴᴀᴛʜᴀɴɪᴇʟ ᴍᴇʏᴇʀ

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ɴᴏ ᴊᴜᴇɢᴜᴇꜱ ᴄᴏɴ ꜰᴜᴇɢᴏ, ᴅᴀʀᴄʏ
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ɴᴀᴛʜᴀɴɪᴇʟ ᴍᴇʏᴇʀ

  Las ganas y la necesidad que sentía de ahogarme en alcohol para finalmente olvidarme de su existencia me podían, tanto que he pasado más de una hora a las afueras del bar debatiéndome en si cruzar aquellas puertas y cumplir lo que mi alma y mi corazón herido me exigían: olvidarla. Sin embargo, sabía que sería en vano, porque por más que luchara, siempre, al final de este juego, acaba buscándola nuevamente, y era lo que más me jodía.

Volví a ver la hora en el reloj que adornaba mi muñeca, once treinta y cinco, ya no podía seguir aquí sentado lamentándome y debatiéndome por algo que claramente no hare, de todos modos, ingerir alcohol de la manera en la que pensaba hacerlo tampoco sería lo correcto, puesto que debía de cuidar de Christopher... Christopher, me había olvidado de él, me había olvidado de Darcy; honestamente me había olvidado de casi todo y todos.

En cuanto abandoné el pent-house le escribí a Darcy pidiendo su dirección actual, había recibido su respuesta casi de inmediato, pero no la había visto hasta ahora.

Abrí el mapa para ver la ruta, dándome cuenta de que literalmente vivía al doblar la esquina, por lo que no hacía falta que tomase un taxi para llegar.

Me puse de pie y con las manos en los bolsillos tome camino, me tomo de algunos tres a cinco minutos llegar, levante la mirada observando todos los pisos que tenía, calculando cual podría ser el de ella. Me lo había puesto en el mensaje, pero solo quería saber si era capaz de ver alguna luz encendida, o algún indicio de que estuviese despierta, pero no, ninguna luz se emitía de ningún lado.

Al juzgar por la hora daba por hecho de que estaba dormida, me sentaba mal tener que despertarla, pero tampoco quería que cargara con mi responsabilidad.

Entre a la recepción y su subí al ascensor, marcando el piso correspondiente y esperé pacientemente a que las puertas se abrieran.

Una vez frente a su puerta toque suavemente varias veces, espere un poco pero no recibí respuesta, por lo que volvía a tocar y a esperar, pero nada en el momento, lo que me llevo a tomar la decisión de marcharme, podía pedirle a Giancarlo en la mañana que viniera por él. Me di la vuelta para irme, sin embargo, escuche la puerta, entonces llegue a verla.

El corazón me dio un vuelco al instante, efectivamente estaba durmiendo, podía verlo en su rostro, y apostaba que aún seguía media dormida. Sus ojos estaban entrecerrados, su rostro impecable sin un rastro de maquillaje seguía luciendo hermoso, a mi parecer era la primera vez que la veía en su forma natural... Y no insinuaba nada, se veía bastante bien en la manera en la que usualmente suele presentarse, pero aun sin todo eso seguía resplandeciendo.

Su largo y sedoso cabello negro estaba trenzado sobre su hombro izquierdo, acabando en el inicio de sus caderas, su esbelta y perfecta figura estaba cubierta por nada más y nada menos que un delicado pero sencillo y corto vestido de satín de tirantes de color blanco, tenía una corta longitud, lo que permitía una agradable y exuberante vista de sus piernas. El escote de aquel vestido no era pronunciado, pero de todas maneras sus pechos sobresalían en la misma forma en que lo hacían con cualquier otra prenda.

Lujuria [ROMANCE 4] [Vol.1: En proceso]Where stories live. Discover now