- ¿En serio? - Dijo Alba abriendo mucho los ojos.

- Siempre estoy leyendo así que no es raro que se me manche algún libro. - Dijo Natalia encogiéndose de hombros. - Veo que lo que ha quedado más manchado es la portada y los lomos, pero por dentro no parece haber mucho desperfecto. Puedo intentarlo, pero me llevará un par de días.

- Los que sean. - Dijo con rapidez Alba. - Te estaría eternamente agradecida. - Añadió con sinceridad.

Natalia sonrió ante el entusiasmo de la chica.

- Espera aquí. Te traeré un justificante conforme me quedó con el libro.

- Vale. Estaré cotilleando. - Dijo Alba señalando las estanterías.

- Claro. - Dijo Natalia.

Alba se puso a mirar las estanterías asombrada de la cantidad de títulos que había, muchos de los cuales no conocía.

- Toma aquí lo tienes. - Dijo Natalia sobresaltando a Alba. - Lo siento no pretendía asustarte.

- No pasa nada. - Dijo Alba cogiendo el papel que Natalia le entregaba.

- ¿Has leído algo más de la autora? - Le preguntó entonces Natalia.

- No. Mi abuela solo tenía este. - Dijo Alba señalando el libro que ahora estaba en posesión de Natalia.

Natalia caminó un par de estanterías más allá y después de unos segundos sacó un libro. Volvió a donde estaba Alba y se lo entregó.

- Shirley. - Leyó Alba.

- Sin duda Jane Eyre es su novela más conocida, pero está también está muy bien. Creo que te gustaría.

Alba le echó un vistazo a la contraportada leyendo la sinopsis y sonriendo.

- Me la llevo. - Dijo entonces.

- Perfecto. - Dijo Natalia guiando a Alba hacia el mostrador donde las esperaba Mikel.

Mikel le cobró el libro a Alba y ésta le preguntó:

- ¿Y el arreglo?

- De momento nada. - Dijo Natalia. - Pásate el viernes y a ver que he conseguido.

- Claro. - Dijo Alba.

- No costará mucho. Lo prometo. - Dijo Natalia.

- Tranquila, lo que haga falta con tal de que quede lo mejor posible.

Natalia simplemente asintió esbozando una tímida sonrisa. Alba se despidió y se dirigió a la puerta.

- Oye. - Llamó la atención de padre e hija. - He quedado en unos minutos para tomar algo con unas amigas aquí al lado. ¿Quieres venir? - Preguntó mirando a Natalia.

- Yo... Esto... - Dijo Natalia nerviosa. ¿A qué venía esa invitación?

- Ve. - Dijo Mikel animado a su hija. No conocía a esa chica, pero la veía buena gente. A lo mejor así su plan de que su hija hiciera amigos se hacía realidad.

- Estoy trabajando papá.

- Y yo soy tu jefe y te doy permiso.

Natalia miró a Alba, que los observaba a ambos en espera de una respuesta.

- Solo quiero agradecerte que me ayudes con el libro. - Dijo Alba intentando convencer a la morena. Le apetecía pasar más rato con ella, en los pocos minutos que había hablado con ella se había dado que compartían la misma pasión por los libros y eso le gustaba, le gustaba mucho.

- No es necesario. - Dijo Natalia poniéndose un poco colorada.

- Perdón. - Las interrumpió Mikel. - ¿Cómo te llamas?

Serendipia (Albalia)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon