Capítulo 18. Parte 1

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—Oh, ya veo, entiendo, es la edad en la que te empiezan a gustar las chicas.

—En realidad es un chico.

Él dejó de sonreír por un instante, pero pronto recuperó la gracia en su rostro.

—Sé lo que se siente que te guste alguien —dijo.

—¿Por qué?, ¿Te gusta mi hermano? —pregunté bruscamente.

Ethan abrió los ojos, como si no hubiera esperado esa pregunta.

—Aunque tu hermano no tiene nada de malo —comenzó—, no, no es mi tipo.

Además tiene sentido del humor. Bueno, creo que podría agradarme.

—Pues yo creo que tú sí eres el suyo. Sinceramente no entiendo cómo piensan ayudarme a resolver mis problemas amorosos si ni si quiera resuelven los suyos —comenté aborrecido.

—Nadie mencionó que tuviéramos problemas amorosos —difirió Ethan.

—Es lo que diría alguien que los tiene —secundé.

—Creo que lees muchas novelas —él se río.

—Sí, me gustan las novelas, en especial si son de ciencia ficción.

Claro que me gustan, cualquiera que me conozca sabrá lo mucho que adoro las novelas gráficas y los comics.

—¿Y has pensado en prestarle alguno de tus libros a ese chico que te gusta? —propuso.

—No, ¿por qué lo haría? Ni siquiera le gusta leer.

—Pues si se interesa por lo que te gusta, significa que también está interesado en ti.

—¿Dices que con un libro se va a enamorar de mí? —soné incluso ingenuo al decirlo.

Ethan se río.

—No, pero es el primer paso.

—Mmm —me toqué el mentón—. Tiene sentido, Ackerman.

Él levantó las cejas.

—Ah, ya hasta sabes mi apellido.

—¿Cómo no hacerlo? Damon habla tanto de ti que es molesto. En realidad, creí...que serías tan molesto como él, pero parece que me equivoqué.

—¿Ah sí?

—Sí, tú me agradas, no eres como los otros amigos idiotas de mi hermano.

—En algo estamos de acuerdo —me dio la razón. Tenía una forma de ser que no me hacía sentir sofocado.

De pronto se abrió la puerta de golpe.

—Oigan, ¿ustedes dos ya terminaron de hablar? —Damon estaba alterado; seguro el muy metiche debió estar escuchando nuestra conversación, algo que a ambos nos hizo reír—. ¿Ahora de qué se ríen? Damián, te juro que si le contaste algo vergonzoso a Ethan no te lo perdonaré —me señaló acusatoriamente, pero pronto se perdió en la risa de Ethan.

Esa tarde, siguiendo el consejo de Ethan, dejé uno de mis cómics favoritos afuera de la puerta de Jaden con una nota. Aunque me sentía un poco avergonzado, pensando en lo ridículo que debía parecer, como un adolescente enamorado. Él nunca mencionó nada al respecto, y asumí que jamás lo había leído. Después de dos años de intentos, finalmente decidí rendirme.

...

—¿Quieres venir a una pijamada hoy en mi casa? —preguntó Jaden.

—No —respondí a secas.

—Vamos, Dam —se situó a mi lado, pegando su hombro con el mío.

Hice una mueca de descontento.

A través del Cristal [Cristal#2]Where stories live. Discover now