Él frío príncipe Min

스물 일곱 (seu mul il gob)

Luego de una pelea llena de sangré y de unos soldados muertos la pelea se había acabado no estoy seguro si fue una victoria o un fracaso peró lo que creó es que se terminó en un empate y que muy pronto volveré a escuchar de él.

Mis soldados y yo con las pocas fuerzas que teníamos nos subimos a los caballos y nos dirigimos donde estaba Eun-Ji.

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Narra Eun-Ji:

Estaba preparando la comida cuando uno de los soldados entra donde estaba yo.—Señorita Eun-Ji ya vienen y están heridos.

Rápidamente salí a recibirlos. Los soldados que estaban conmigo se dirigieron donde ellos y les ayudaron a bajar de los caballos por mi parte comencé a preparar la medicina tal como me había dicho el señor Kim.

Me dirigí primero donde él y le saqué la armadura hay pude ver su abdomen el cual estaba bien marcado «peró ¿que demonios estoy haciendo»digo entré mi mente, no debería dejarme llevar por éste tipo de pensamientos y mucho menos en éste momento. Rápidamente le puse la medicina en su herida lo escuché quejarse y lo vi haciendo una mueca de dolor.

Como ya había terminado con él me dirigí donde los soldados y hice lo mismo que antes.

—Listo ahora solo tienen que descansar voy a casar un conejo.

—¿Un conejo?—me preguntó uno de los soldados.

—Si la carne de conejo tiene vitaminas éso les ayudará a recuperar las fuerzas.

—Le acompañere señorita Park Eun-Ji nunca se sabe quien podría estar por ahí.

—Muy bien.

Ambos nos dirigimos a casar un conejo mientras los demás soldados se quedaron cuidando a los heridos.

Al principio no asomaba ni un conejo hasta que vi un conejo saqué mi flecha y arco y apunté hacía el conejo y la flecha le dio al conejo rápidamente me dirigí donde el conejo y lo cogí.

—Listo ya podemos regresar.

Mientras caminábamos el soldado Kim Nam Joon me dice—me sorprendiste cuando le diste al conejo.

—¿Porqué acaso una mujer no puede usar una flecha y arco?—le preguntó.

—No es éso hasta el momento no he visto a una mujer usar bien el arco y la flecha.

—Pues ya la viste.

—¿Cómo aprendiste a usar el arco y la flecha?

—Mi hermano me enseñó a usarla.

—Debió ser un gran chico.

—Si lo era me enseñó a usarla para poder defenderme peró él falleció.

—Cuanto lo siento.

—Gracias.

Llegamos y me puse a preparar la carne de conejo para que coman y recuperen la energía ésa noche nos quedamos a dormir ahí.