마흔 여덟 ( maheunyeodeol)Ex:6

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—No es nada no se preocupe majestad Jeon Jungkook.

—Por favor no me digas así solo dime Jungkook.

—No podría.

—Por favor.

—Está bien Jungkook.

—Muy bien ahora díganme ¿porqué estaba llorando?

—Me acorde de mi difunta madre y hermano.

—Le entiendo pero mire lo de está forma ellos se encuentra en un mejor lugar.

—Tiene razón.

—Ahora que le parece si me indica el palacio así me hace compañía y verá que se siente mejor.

—Me parece una buena idea.

Comencé a indicarle el palacio y mientras comenzamos a conversar y a preguntarnos cosas.

—¿Desde cuando eres reina?

—Hace poco ¿que hace aquí?

—Vengo de visita.

Estábamos en el jardín cuando ve una flor la cortó y me la dio.

—Está flor es para usted mi reina ambas son hermosas y únicas.

—Gracias.

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Narra Yoon Gi:

Veo a lo lejos a Eun-Ji y al rey Jungkook y no me gustó nada verlos juntos me dio celos.

Así que me acerqué donde ellos.

—Veo que le gusta la compañía de mi esposa.

—No voy a mentir es una agradable compañía.

—Según lo que recuerdo usted vino a hacer negocios conmigo no a hablar con mi esposa.

—Es verdad pero me la encontré llorando así que decidí hacer todo lo posible para que sonriera.

—Para éso estoy yo su esposo.

—Si es así entonces en primer lugar no la haga llorar.

—Mire quien me viene a dar lecciones, me parece que sería mejor arreglarlo con una batalla a espalda.

—Acepto la batalla.

—Lo malo que no tengo mi espada.

—Pero yo si siempre ando armado.

Me dio una espalda y comenzamos a pelear.

—Ayuda ayuda—gritaba Eun-Ji.

Unos soldados vinieron a separarnos Eun-Ji me separo a mi y un guardia a él.

Eun-Ji me regreso a ver.

—Mírate estas herido.

—Déjame yo puedo curarme solo.

—Deja de ser orgulloso y déjame ayudarte.

Me llevó a la habitación y me comenzó a curar la herida del ojo.

—¿Por qué me curas la herida si me odias?

—No te odió, es verdad que al principio te odiaba por la muerte de mi hermano pero Young Soo también era rebelde.

—Entonces ¿no me odias?

—Si te odiara hiciera ésto.

Comenzo a besarme y entré besó y caricias nos entregamos por segunda vez.

☆☆☆☆☆☆

La herida del ojo

La herida del ojo

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Él frío príncipe Min  Where stories live. Discover now