◇29

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Durante toda la noche, el rubio no pudo dormir ni siquiera un poco. Su Alfa ni siquiera había llegado anoche. Le llamó un par de veces para saber dónde estaba, pero no respondió.

Su estómago se revolvía y comía sus uñas por la ansiedad y desesperación. Todo esto le daba miedo. Primero el ciervo, luego la loca de Mariela y su historia, la mamba negra y ahora ese tipo loco acechándolos.

Si su alfa se entera de que lo miro y que no le dijo nada, se volvería loco o se enfadaría con él. Sus cosas estaban en la habitación, se cambió y espero un poco más a su esposo. La puerta se escuchó y unos pasos se aproximaron y el olor a menta fresca lo hizo salir de inmediato al Omega para ver a su alfa llegar.

─¡Yoonie!

Se lanza entre sus brazos con la tranquilidad que le volvía al cuerpo.

─¿Dónde demonios estabas?, ¿por qué no llegaste? ─le dice al separarse.

─Perdón estaba ocupado con lo de ese tipo.

Lo suelta el menor y lo mira con intriga.

─¿Quién era? ¿qué pasó?

Suelta un suspiro y camina a la cama totalmente agotado, entonces se da cuenta el rubio de sus nudillos un poco ensangrentados.

─¿Qué te pasó ahí? ¿Me quieres explicar?

Fue a comprobar si había algún botiquín de primeros auxilios en el baño y efectivamente ahí estaba, fue con su esposo y empezó a curarles los nudillos.

─Lo que pasó fue que... Supe quién fue el maldito que nos puso la serpiente. ─Jimin lo mira con intriga─ Era el ex jardinero de la casa de mis padres. Por lo que sé, trabajó mucho tiempo con mi padre y mi madre, supongo que con el tiempo él se enamoró de mi madre; de ahí sus cartas de amor.

─¿Y lo fuiste a golpear?

─No lo encontré.

Dijo con molestia.

─¿Entonces por qué tienes los nudillos así?

Cuestiono.

─Sólo... Me dio coraje no encontrarlo y golpeé la pared dejándome segar de la furia, ya sabes cómo soy.─ Mintió.

El Omega se sintió mal. Terminó de curarlo y luego lo abrazó para sentir su protección. Se sintió aterrado el sólo pensar que se enfrentó a ese tipo él solo.

─Lo encontrarás mi amor, pero no me dejes solo otra vez, no pude dormir en toda la noche por lo preocupado que estaba, tenía miedo que algo te pasara.

Acaricio su espalda con cariño, entendía que todo esté asunto lo asustara, tenía que sacarlo de aquí lo antes posible.

─Perdón, no volveré a dejarte solo. Pero ahora hay que irnos.

Se separa de él mirándolo con confusión.

─Perdón que me contradiga, pero ¿lo dejaras así como así?

─Escucha nene, ese hombre es alguien peligroso, la policía de Edimburgo lo está buscando para que declare, a estado rondando la casa de mis padres desde que ellos murieron, conoce el terreno debido a que era el jardinero de mi casa, es peligroso seguir aquí según las indicaciones de la policía de Escocia. Tenemos que irnos.

─¿Ta-tan malo es? ─musito con temor.

─Si mi amor, por eso hay que irnos. Nuestro vuelo sale en dos horas mejor nos apresuramos. Tranquilo que no dejaré que nada malo te pase.

El menor asintió sin preguntar más, temía que algo malo les pasará quedándose aquí, además que no quiere angustias como la de anoche, podría hacerle daño a los cachorros.

◇𝐒𝐂𝐀𝐑 -𝐘𝐨𝐨𝐧𝐌𝐢𝐧Where stories live. Discover now