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Las horas habían pasado, Jennie había dejado de llorar, pero la tristeza seguía allí. Tocaba el piano de manera sutil, perdida en sus pensamientos. Las luces estaban apagadas, solo la luz de la luna se reflejaba iluminaba el cuarto.

Lisa la veía con tristeza desde su escondite, se mantenía detrás de la puerta, escondida en la oscuridad. Observó la foto autografiada de la cantante Lía en sus manos, casi comete el error de darle aquello como regalo, iba a causarle más dolor, por suerte pudo evitarlo.

Lisa se escondió más cuando las luces fueron encendidas, se asomó con cuidado y notó a Jennie regresar a su asiento, había prendido las luces para comenzar a escribir.

"Hoy es su cumpleaños...y solo a llorado. Soy tan inútil...¿Qué puedo hacer para verla sonreír?"

Jennie dejaba la botella de agua ya vacía a un lado, lo había terminado de beber en ese momento. Tomó sus audífonos y los puso sobre sus oídos, comenzando a escribir. Pero la mirada de Lisa estaba en esa botella, pensativa.

_Agua...- susurró Lisa.

En cuestión de segundos, Lisa corría por las calles en búsqueda de una nueva botella con agua. Pidió disculpas cuando empujó sin querer a uno de los clientes de la tienda y dejando el dinero, salió corriendo a todo lo que podía.

Cuando Jennie regresó del baño y volvió a sentarse, tomó la nueva botella y lo bebió, sin percatarse de nada. Tomó los audífonos nuevamente y se los puso, cuando notó algo que le molestaba, las luces no dejaban de parpadear, siendo incómodo para los ojos.

_Luz...- susurró Lisa.

Corría por la calle nuevamente, sostenía en su mano un nuevo foco y sujetaba su gorra para que no saliera volando. Cuando Jennie regresó de traer una guitarra, notó con extrañeza que las luces ya no parpadeaban.

_Que extraño...

Regresó a su asiento con los ceños fruncidos y no dejaba de ver las luces. Tomó la botella de agua e iba a abrirla, cuando se dió cuenta de un detalle, ¿No estaba vacía?

_Esto también es extraño...- observó con disimulo a su al rededor, ¿Acaso había alguien? Decidió fingir que no lo sabía e ideó una trampa - ah...realmente quiero un café ahora - Lisa escuchaba atenta - un café muy caliente.

A los minutos, Lisa subía corriendo las escaleras, el café le estaba quemando las manos y soportaba el ardor. No se había dado cuenta que Jennie la observaba curiosa desde arriba con los brazos cruzados.

_¿Eres tú, Manobal? - una leve sonrisa apareció en ella. Lisa llegó al piso y cruzó el pasillo, sus pasos frenaron cuando se encontró con Jennie frente a ella - Manobal - Lisa tragó nerviosa. Jennie se acercó a ella a pasos tranquilos y Lisa trató de esconder con disimulo el café a sus espaldas - ¿Qué estás haciendo?

_Jennie...- sonrió nerviosa.

_¿Entregas café en tiempo parcial?

_Oh e-es que...- volvió a llevar al café al frente al verse atrapada.

_Eres tú, ¿Verdad? Quien me trajo agua y arregló las luces, ¿Por qué lo hacías? - una idea que no le agradaba cruzó por sus pensamientos - ¿Qué haz visto? - frunció los ceños, tenía la duda si escuchó sobre su madre.

_Yo...lo que ví fue...- su voz temblaba - ¡Ví tu regalo!

_¿Qué? - preguntó confundida.

_Mi tía abrió tu paquete enviado de los Estados Unidos...y yo lo ví - levantó el café a ella - perdóname, por favor.

Jennie reprimido su enojo hacia esa señora.

_Bueno, lo suponía, siempre me pides disculpas. ¿quieres sobornarme con un regalo en vez de con palabras esta vez? Estás avanzado - asintió de manera agradable. Sostuvo el café y lo tomó, de inmediato lo escupió por lo caliente que estaba - ¡Está quemando! - se quejó.

You're BeautifulWhere stories live. Discover now