2da Temp | 8

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Ambos se miraron a los ojos con total ira. Respiré profundamente.

—¿Cómo se enteró mi madre de que vivía en casa de Jungkook? —pregunté después de permanecer unos segundos en silencio.

—Yo le dije.

—¡¿Y quién demonios te pidió que lo hicieras?! —reclamó Jungkook. Yo solo lo ataqué con la mirada y cerró la boca.

—Estaba preocupada, además pensaba llamar a la policía y reportarlo como secuestro —explicó.

—¿Preocupada? —carcajeé.

—Hana, lo siento. Ella sabía que yo tendría que saber dónde estabas viviendo... no pude decirle que no. Además creí que era lo correcto. No solo para ti, también le salvé el pellejo a este y mira como agradece.

—Imbécil —dijo Jungkook dándose la media vuelta—. Como si necesitara tu jodida ayuda.

—¡Jungkook! —le llamé de nuevo haciéndolo callar.

—Creo que deberías de regresar a tu casa...

—Tú crees muchas cosas ¿Eh? —una vez más Jungkook con su "dulce" tono de hablar.

—Taehyung por favor no le des información de mí y mucho menos de Jungkook. Tú sabes que a mí me pone mal vivir en esa casa. No es buena nuestra relación y lo sabes de sobra. De todos modos si no vivo con Jungkook buscaré un hotel o algún lugar —ambos palidecieron.

—Ni lo pienses —dijeron al unísono. Al menos tenían algo en común.

—Ya. Ya —repetí tranquilizándolo—. Entonces por favor sea lo que sea que te pregunte mi madre no le respondas ¡Nada! —lo señalé—. Ya vámonos o no nos dejarán entrar.

Afortunadamente aun no tocaba el timbre, Taehyung tomó su mochila antes de entrar al edificio. Esperé a que Jungkook se acomodara la chaqueta. Gustosamente ya que me encantaba como le lucia.

Caminábamos por el pasillo cuando sentí la mano de Jungkook apoderarse de mi cintura, delicadamente pero a la vez firme.

—Mierda Hana... no me gusta que traigas esos vestidos —su aliento en mi oído me provocó cosquillas y me retorcí levemente entre sus brazos.

—No shorts, no vestidos, no faldas —reclamé—. ¡Eres peor que el reglamento del colegio!

—No sabes la impotencia que me da ver que te volteen a ver y no poderles partir la cara.

—Creo que tu solo te das cuenta de las cosas que te convienen... —tomé su mano.

—¿A qué te refieres? —preguntó sin entender.

—Mira a la derecha...

—¿Qué hay? —susurró después de voltear y no encontrar nada sospechoso.

—Izquierda.

—¿Qué? —dijo aun sin comprender.

—Míralas...todas susurran cuando pasamos —afinó la mirada—. No soy a la única que ven como un pedazo de carne.

Volteó hacia otro montón de chicas que secreteaban.

—No entiendo —¿de verdad no se daba cuenta o fingía? Al pasar nos miraban y Jungkook había atraído más público femenino al salir conmigo. Era imposible que no se diera cuenta de las estúpidas esas que ahora babeaban por él—. Oh —formó una "o" con sus labios—. Creo que entiendo —sonrió y levantó una ceja.

—¡¿Por qué sonríes así?! —le reclamé y lo golpeé en el estómago.

—¿Ves lo que se siente? —carcajeó.

Apuesta ; Jungkook Where stories live. Discover now