Capítulo 1

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Los sucesos y personajes retratados en esta historia son completamente ficticios. Cualquier parecido con personas reales, vivas o muertas, o con hechos reales es pura coincidencia. 

El ruido de algo golpeando el suelo en medio de la silenciosa madrugada me despertó de golpe.

— ¿Qué pasa? — fue lo primero que salió de mi boca, mientras me incorporaba. Una luz que venía del suelo iluminó a Freen corriendo al baño. Me levanté tan rápido como pude para alcanzarla y, a mi paso, noté que lo que se había caído era su celular, el cual había quedado con la pantalla hacia arriba. Pasé tan rápido que no presté atención a lo que mostraba la pantalla encendida.

— Baby, ¿estás bien? —dije mientras me apoyaba en el marco de la puerta parcialmente cerrada.

— Beck, no...— cualquier cosa que fuera a decirme se vio interrumpida por el sonido de arcadas y líquido cayendo, lo que asumí era vómito. Afortunadamente, yo no tenía problemas con eso, no me daba asco ni nada por el estilo. Quería cuidar de ella en todos los aspectos posibles, y esta no iba a ser la excepción.

Terminé de abrir la puerta y me arrodillé junto a ella para sostener su cabello. Comencé a retirar las hebras de cabello negro que estaban pegadas a su rostro de la manera más delicada que pude. Su piel estaba ardiendo, probablemente tenía fiebre. Ella estaba a punto de decirme algo cuando las arcadas volvieron de manera más violenta. La podía sentir temblando bajo mis manos, estaba acariciando su espalda para darle apoyo. Realmente me preocupaba. Tal vez lo mejor que podríamos hacer era llamar a un médico ahora mismo. Nos quedaban unas horas antes de volar a Hong Kong.

— No quiero decir que te dije que no te comieras ese khao kha moo, pero te lo dije y no me hiciste caso — me acerqué para abrazarla un poco—. Ahora creo que lo correcto sería llamar a un médico y avisar al equipo. Tienen que estar preparados para prevenir cualquier situación.

Ella aún no decía nada, seguía con el rostro en dirección al inodoro. Tal vez todavía tenía en el estómago cosas que devolverle a la tierra. De nuevo, acaricié su espalda y comencé a deslizarme en el suelo para alejarme e incorporarme. Tenía que alcanzar mi propio teléfono para contactar al médico y avisar a nuestra mánager. Justo cuando estaba a punto de levantarme, la escuché.

— No, no me dejes — su voz era débil. Me acerqué un poco más a ella.

— No voy a ir a ningún lado. Te voy a cuidar, pero necesito que un médico venga a revisarte. Parece que tienes fiebre. No tardo — mi voz era suave para intentar calmarla. Yo sabía cuánto algo como esto podía estresarla.

— No estoy enferma — ahora me miraba, sus ojos parecían inyectados en sangre, y yo estaba genuinamente asustada. No sabía qué estaba pasando, pero definitivamente algo no andaba bien. Cuando miré directo a sus ojos, algo dentro de mí lo supo. Justo en el preciso momento en que nuestras miradas se conectaron, fue como si sus ojos fueran una bola de demolición golpeando directamente el centro de mi estómago. Fue en ese momento en el que lo supe, esto era más grande que un simple malestar estomacal.

— ¿Qué pasa?, Sabes que puedes hablar conmigo, ¿no? — en este punto estaba completamente encorvada en el suelo en silencio. Su cuerpo comenzó a temblar repetitivamente. Era como verla tener una pequeña convulsión. No sabía qué era lo que estaba pasando y quería ayudarla, pero algo dentro de mí se había paralizado impidiéndome hacerlo.

— Tengo miedo — su voz estaba completamente rota, y yo también lo estaba. Era como si los millones de partes en las que se había roto estuvieran clavándose en mí para romperme también, pero no era el momento. Tenía que ser fuerte para ella, tenía que cuidarla.

— ¿A qué le tienes miedo? — mi voz era amable, me volví a sentar en el suelo para abrazarla.

—Beck, lo arruiné todo. 

August: vuelo 0729 - FreenBeckyWhere stories live. Discover now