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NOVIEMBRE 3 DE 1976:
Me había despertado de lo mas temprano para terminar los preparativos del pastel. Peter era quien me estaba ayudando con ello, es por eso que lo primero que hice fue ir a despertarlo en la madrugada conmigo. Nunca me perdonará por ello pero se que tampoco me hubiera perdonado si terminaba nuestra obra maestra sin el. Remus se encargaba de decorar la sala común, aprovechando que a estas horas no había mucha gente despierta y James dejaba los miles de regalos que le había conseguido a su mejor amigo acomodados por todo el lugar. Siempre había sido para mi de lo mas emocionante los cumpleaños de Sirius. Y es que el siendo una persona tan alegre, podía hacer de este día el ams divertido posible.

Bajamos Peter y yo con el pastel en manos y fue inmediato el momento en el que James me lo retiraba de las manos para poder ayudarme a cargarlo. La otra cosa que fue inmediata fue mi corazón latiendo de lo mas rápido en el momento en el que el estaba para mi, siempre. El mas lindo de todos. Y es que esa maldita sonrisa tenía todo un poder en mi que no podía explicar. Pero en fin, regresé a la realidad y seguí ayudando con la decoración.

- ¿algo falta? - Remus pregunta desesperado mientras trata de dejar pegado el cartel de felicitaciones sobre la chimenea, pero parecía que estaba batallando. - en cualquier momento se va a levantar.

- noup, no falta nada. - dije emocionada y viendo del reloj en el lugar. - quiero ser yo quien vaya por el ¿puedo?

- es evidente que tu eres la única persona que lograría hacerlo despertar tan temprano. - Peter dice riendo y James le d a un codazo ante ello. - solo digo la verdad.

- muy bien, dejen subo. Espero que nadie me regañe. - corrí las escaleras para poder llegar hasta la puerta de su dormitorio y toqué mil veces de su puerta. Después de unos minutos, este me abre y se ve algo cansado pero ya estaba listo. Claro que este hombre ya iba a estar preparado para su día lleno de festejos. - buenos días.

- muy buenos días. - me sonríe y yo a el. - por favor dime que estás aquí porque eres mi regalo de cumpleaños.

- gracioso. - tomé de su mano y lo llevé conmigo bajando de las escaleras. - ¿qué se siente por fin cumplir 16 años? Ya eres viejo.

- igual que cualquier otro día pero con la única diferencia de que hoy tenemos festejo, tenemos pastel, tenemos mas personas de lo normal dirigiéndome la palabra. - me reí ante ello y una vez que llegamos a la sala común, este toma de mi mano y me detiene para verme de frente. - y puedo pasar todo mi día contigo.

- como si no hiciéramos eso cada año. - reí y le abracé de inmediato en ese momento. Puedo decir que Sirius es mi persona favorita en todo el mundo. Sirius es a la persona a la que quiero contarle todo. Es quien siempre ha estado para mi y a quien veo a mi lado por el resto de mis días. Nos tenemos el uno al otro y con eso es mas que suficiente.

- ¡feliz cumpleaños! - gritan los chicos una vez que salen de su escondite y muestran nuestro pastel ya con las velas para que pudiéramos festejarle como se debe.

- pide un deseo. - James le dice pegándole casi todo el pastel en el rostro, algo emocionado y desesperado por ello. - rápido, o la magia del cumpleaños se va a ir antes de lo que te imagines.

- no creo tener querer pedir nada este año, tengo todo lo que siempre he querido. - dice este y como nadie le creía, nos reímos. - ¡hablo en serio!

- solo pide un deseo. - le agité el brazo. - ¿qué es eso que puedes pedir en un día como este? - se me queda viendo y tan solo me sonríe con ternura.

LET THE LIGHT IN | REGULUS BLACKWhere stories live. Discover now