33. No Me Dejes

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CAPITULO 33.

Vio como Shelly se dejaba hundir bajo el efecto de la droga, se quedó observándola por unos minutos parecía estar bien, pero tampoco se sentía confiado había tenido tantos amigos que habían muerto por la misma que tenía miedo de que la rubia pasara por el mismo destino, así que decidió quedarse ahí, solo para asegurarse de que no le pasaría nada, mientras en su cabeza no dejaba de maldecir al hermano de la chica.

También estaba algo cansado, y sintió como después de varios minutos sus ojos se iban cerrando, así que cerró los ojos unos segundos, hasta también quedar dormido, lo malo es que ese sueño no duró, nada porque fue despierto por el sonido de alguien vomitando, cuando abrió los ojos vio que Shelly estaba sobre la taza del baño vomitando, no pudo evitar sentir un poco de asco al presenciar la escena, se sentía tan cansado que se quedó observándola sin moverse.

Cuando la rubia dejó de vomitar, lo volteó a ver parecía bastante avergonzada, y es que de todas las personas que pudieran verla representar una escena tan patética tuvo que ser Duff, intentó ponerse de pie pero el suelo seguía bastante mojado y se resbaló se golpeo en la cien con el borde de la taza de baño, "siempre puede ser peor" pensó.

Duff preocupado fue hacía ella, ya que el golpe se había escuchado algo fuerte.

-¿Estás bien?

-Sí, sí...- dijo incorporándose con cuidado haciéndose para atrás, lo último que le faltaba es que este se acercará a ella, sabía que apestaba podía sentir como su camiseta se había ensuciado.

-Ese golpe sonó fuerte.

-No fue nada, he tenido peores un día me caí de la tarima, eso si fue un buen golpe.- se explicó haciéndose para atrás, además de que se sentía tan débil, y sentía el cuerpo bastante cortado, era como si hubiera agarrado un buen resfrió.- ¿Puedes salir un momento?

Sintió como Duff le lanzaba una mirada ofendida creyendo que lo estaba corriendo, cuando en realidad Lyn solo quería arreglarse un poco, para no lucir tan patética ante el rubio, este no dijo nada más y salió.

...

Cuando Shelly salió del baño se sentía mucho mejor, bueno al menos en el aspecto porque en lo demás se seguía sintiendo horriblemente cansada y adolorida, vio que el falso rubio estaba dormido sobre la cama, y sin pensarlo mucho se acostó a lado también cerró los ojos intentados descansar, porque, aunque había hecho eso toda la noche aún se sentía cansada.

Al despertarte sintió una calidez sobre su pecho, se dio cuenta que el rostro de Shelly se había recargado sobre su pecho, de nuevo la observó vio que traía una camisa que le quedaba algo grande (probablemente se la había robado a Steven ya que la suya había quedado demasiado sucia). Sentía como su corazón se detenía al sentir como esta se acomodaba más contra él.

Shelly lo había humillado, o al menos es lo que creía, lo había rechazado y después se había burlado de eso con un video, lo había usado para conseguir un poco relevancia, y lo hacía sentir completamente usado, pero aun así sentía esa necesidad de estar cerca de ella.

Con cuidado se incorporó para no despertarla, pensó que ya había hecho suficiente esa noche, pero le sorprendió cuando estaba a punto de ponerse de pie, sentir la mano de ella sobre su muñeca para que no se fuera, volteó a verla se encontró con unos ojos azules suplicantes.

-Por favor, Duff, no me dejes.

Apretó los labios, intentando no soltar un insulto, ella debería saber lo enojado que estaba, ¿acaso no recordaba como lo había tratado?

-Shelly creo que hice bastante por ti, ya.

Le dijo deshaciéndose de su agarré.

-Lo sé, lo sé, pero... me siento muy mal, no sé si mi hermano sigue aquí, y... perdí mi cartera, ¿Cómo me voy a regresar?

-Busca a Steven.- murmuró frío para después salir a la habitación.

Aquella respuesta fría le había dolido bastante a Lyn, que con bastante pesar se pudo de pie, fue tras de Duff que bajaba las escaleras, fue corriendo hacía él.

-No quiero buscar a Steven, te quiero a ti, McKagan.

Duff volteó a verla en lo alto de la escalera, se veía bastante diminuta, estaba algo pálida lo que hacía que la ojeras así como el cardenal que se le había formado por el golpe que se había dado con la taza del baño resaltara, y a pesar de todo eso no pudo evitar pensar que lucía jodidamente bien, su ojos de nuevo le lanzaba esa mirada tan suplicante que le era muy difícil negarse a ella, con lo sea que le pidiera.

-Te ayudaré a buscar a Steven, es lo único que estoy dispuesto hacer por ti.

Lyn asintió, había varias personas que habían quedado dormidas por toda la casa, no había rastro del baterista en ningún lado, pero mientras lo buscaba vio a su hermano dormitando sobre el suelo, fue hacía él y empezó a sacudirlo.

-Terry, Terry- pero este solo respondió con un gruñido siguió durmiendo.

Entonces Duff le dio una patada en el costado haciendo que este abriera los ojos de golpe.

-Mierda- soltó de dolor.

-Te habla tu hermana.

-¡Duff!- lo regañó la rubia.

En ese momento no podía sentir más despreció por otra persona que por Sheller, que también le lanzaba una mirada fulminante.

-No es Steven, pero creo que el puede llevarte a casa, adiós, Shelly Lyn.

No se quedó para que esta se despidiera y se dio la vuelta para irse, sin voltear a verla, porque sabría que de nuevo sentiría esa fuerte debilidad.

...

-Mierda, mierda.- se quejaba su hermano agarrándose el costado cuando llegaron al departamento.- ¿Por qué dejaste que me golpeara, Lyanna?

-No sabía que iba hacer eso.- le respondió mientras caía en el asiento.

Para nada le había caído bien esa droga, podía sentir los efectos de la resaca potencializados, así como aún le dolía le golpe que se había dado con la taza de baño.

-Debí saber que te había metido con Duff, siempre le echabas el ojo cuando éramos amigos.

-Yo no le echaba el ojo.

-Pero no te hagas ilusiones con él hermanita, sus hermanos nos odian, creen que somos la mierda más grande, por lo de nuestra madre, jamás te aceptarían en la familia, y te harían sentir muy, muy mal.

-No estamos saliendo, nunca lo hemos estado, así que no "hago ilusiones".- respondió mordaz.

-Ahora voy a descansar, yo... ¿A dónde vas?

-Acabo de recordar que teníamos una sesión de fotos... se me está haciendo tarde- dijo mirando el reloj mientras se volvía a incorporar ponerse de pie.

...

Fue inevitable no llegar tarde aquella sesión fotográfica, lo peor es que todas su compañeras ya habían llegado y llevaban largo tiempo esperándola, de nuevo había quedado como la irresponsable y aunque ninguna de sus amigas le dijo nada pudo sentir la mirada desaprobación de todas, él que no se guardó sus comentarios fue James que al verla aparecer casi echa el grito al cielo, ya que además de haber llegado tare se encontraba totalmente alterado por su aspecto físico.

-...en serio Lyn, estás fotos son importantes y no pudiste escoger un día para verte peor.

-Créeme que no lo hice apropósito- murmuró mientras se tomaba la cabeza, estaba cansada de los reproches

-¿Te volviste a pelear con alguien? ¿Quién te golpeo?

-En realidad fue un incidente en...- luego se detuvo al darse cuenta que sonaba más patética la historia real., así que se quedó callada y después soltó con indiferencia- Un idiota.

-Tendrán que aplicarte mucho maquillaje para borrar eso y las ojeras, y cambiarte de ropa, y el cabello...- comenzó a decir el fotografó mientras casi lanzaba un grito al aire cuando la vio.

Después de que dejaran claro que lucía mal, la arreglaron, y aunque no se sentía muy cómoda con la ropa que le habían puesto y el maquillaje no dijo nada más, de por si la sesión había empezado tarde por su culpa, y además que en realidad no tenía ganas de discutir, cuando terminaron salió a beber con sus amigas.

Attitude (Duff McKagan)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora