a Spring-summer Season In Monaco |Charles Leclerc

F1 4

El día recién comenzaba, mi equipo y yo ya estábamos en el set improvisado. La calle estaba cortada, las modelos listas y los autos los estaban trayendo.

-- bella, hay un grupo de chicos en la entrada del set, dicen que ellos están invitados pero no los conozco -- se me acercó Sierra, yo asentí un poco confundida.

-- gracias Sisi, ya vuelvo -- me encamine a la entrada del set, donde un grupo de masomenos 5 chicos esperaban -- hola, quienes son? --

-- Isa! Gran amiga, vamos déjanos pasar, traje caballería para tu... Lo que sea que es. -- un Arthur alegre me veía del otro lado de la valla, dios mío...

-- que hacen aquí? --

-- tu lo dijiste, necesitabas pilotos, te trajimos pilotos -- una sonrisa resaltaba en su cara.

-- claaro... -- suspiré rendida replanteando mis decisiones -- está bien, pasen vamos, Arthur, tu vas primero --

-- claro miss alce -- yo lo mire con la peor de las ondas y le sonrei falsamente.

Los autos llegaron, un Porsche 911, Nissan skyline, Mercedes, Lamborghini y el Icónico Ferrari F40.

Las modelos listas, mientras mi equipo dirigía la campaña, y yo entrevistaba al menor de los Leclerc y a la promesa Argentina.

Una parte iría a mi blog.

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Arthur.

-- Oye, que andas viendo? -- oí la voz de Lorenzo a unos metros de la sala. Habíamos venido a almorzar a lo de mamá, se supone que debería estar ayudando pero ya me corrieron.

-- veo el material de una productora -- respondí concentrado.

-- así le dice ahora a mirar blogs? -- preguntó divertido mi otro hermano recien entrado a la casa.

-- shh cállate! -- Lorenzo salió negando, lo vi por el rabillo de mí ojo pero no sé que con charles.

Okey si, quizás estaba viendo los blogs de Isabella, pero mí cara iba a aparecer en uno y no quiero mala publicidad.

Estaba viendo el último que subió y su primero en Mónaco, vi todo lo del vuelo, la organización y estaba en la parte del Karting.

-- quién es? -- di un saltito del susto, me había olvidado de la presencia de mí otro hermano.

-- Isabella Dasilva, trabaja con empresas de moda y relaciones con no se que, algo asi en una revista, no le preste mucha atención -- respondí a la ligera.

-- y porque está en los kartings? -- voltee los ojos.

-- porque tiene otro proyecto aquí, tiene algo que ver con autos y fotos y ropa y conmigo -- la risa burlona de charles fue acompañada por la de Isabella en el vídeo.

-- y desde cuándo TU haces ese tipo de proyectos, de dónde la conoces? --

-- de una celebración por la victoria de Franco -- (finjamos que ya está en f2) -- hubo un problema con su amiga y terminamos hablando en el ascensor de camino, gracioso no? -- comenté recordando

-- se me hace conocida --

-- ah si, era la novia de Grealish --

-- como? --

-- si, del futbolista, Franco fue el que la reconoció primero, no viste el video acaso? -- pregunté un poco incrédulo.

-- cuál? -- dios aveces era desesperante.

-- en donde terminan, el vídeo del restaurante, es muy bueno -- comenté riendo tanto al recordar ese video como al ver la cara que puso ella al probar una comida en su último blog. -- ahora te lo paso, así me dejas de molestar. --

Acto seguido escuché los zapatos de mí hesno alejarse, no le di tanta importación y me enfoqué en el vídeo.

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“...e infiel precoz como lo eres TU!”

que salida.
No hay palabras suficientes para explicar la cara de shock y sorpresa del monegasco ante el vídeo de la argentina y su exnovio.

-- pero que idiota... -- dijo charlas dejando el celular a su costado y llevo sus manos a su cabeza soltando un suspiro.

Tal y como Arthur dijo, le pasó el vídeo, y no solo lo vio también leyó los comentarios y dándole la razón a la joven argentina, la mayoría eran críticas a ella. Charles estaba un poco incrédulo, Claramente conocía a Jack, no vivía bajo una roca, pero nunca creyó que fuera de esos hombres.

La curiosidad invadió su mente, tomo de nuevo su celular y una búsqueda rápida en Google le llevaron a su perfil.

El perfil de Isabella era claramente muy distinto al de él. Charles deslizaba por el perfil de la argentina entretenido, links a su canal de blogs como el que estaba viendo Arthur cuando llegó, fotos con amigas, y muchas fotos de su rostro. Inconscientemente un interés nació en el monegasco. Y los post agregados recientemente lo hicieron crecer.

Isabella había estado blogueando en Mónaco, fotos en los Karting, Del atardecer y paisajes de la hermosa ciudad que Charles conocía como la palma de su mano, sin embargo un vídeo corto de ella diciendo que "su scuderia favorita y la mejor era McLaren" plantó una risa en sus labios y un pensamiento en su mente.

Que el tenía todo para hacerla cambiar de opinión.

Charles dejo su teléfono a un lado, un tanto incrédulo y divertido del pensamiento de la argentina, sin embargo decidió "no darle mucha importancia" y seguir con su día.

Por otro lado se encontraba Isabella entrando en crisis en su cuarto de Hotel.
La campaña no iba como ella deseaba, en su mayoría si pero esos minisculos detalles sobre los que no tenía control la hacían ponerse nerviosa. La argentina se encontraba tiraba en el piso, sentada de piernas cruzadas tratando de ver qué era lo que en verdad buscaba transmitir con las fotos, quizás era el hecho de que se había apurado a tener todo listo, quizás era la culpa que sentiría si su equipo tuviera que mover cielo y tierra si algo no resultaba o quizás solo era la presión creciente que sentía luego de esa ingrata llamada que podría destruir todo por lo que había luchado.

Estaba a punto de rebalsar, se sentía atada y presionada, su cara no mostraba casi sentimiento, sin embargo  el nudo en su garganta y el temblor en sus manos mostraba otra cosa.

Apoyo su espalda contra la cama mientras intebtaba controlar su respiración. El señor Walkort llamó, había dicho que el y la mesa acababan de ver el vídeo subido por los comensales del restaurante y habían visto las noticias y las entrevistas realizadas a su exnovio que dejaban en una posición extremadamente mala a la Argentina.

Sin nada más que hacer las lágrimas que no queria soltar comenzaron a caer descaradamente por las mejillas de la morena, Se sentía derrotada y atocigada por la cantidad de cosas sucedidas, no había querido mencionar o dar notas de nada referido a su exnovio para no hacer más grande lo sucedido, sin embargo, el inglés parecía no pensar igual, quería hundirla.

La cordura volvío a los 20 minutos de llanto, y esa misma sensación agridulce que tuvo al leer los últimos mensajes de su novio, fue lo que siento al ver esas fotos. Agarró unas tijeras y comenzó la masacre fotográfica. Isabella cortaba y rompia el agrupamiento de fotos hecho, comenzó a poner nuevas ideas e imprimir, cortar y pegar otras cosas.

Luego de un par de horas, maquillaje corrido y mucho desorden había logrado calmarse, esa destrucción y recontruccion de la sesión había Sido terapéutica.

Estaba lista, iba a volver a hacer todo, pero lo iba a hacer bien, y no solo refieriendose a la sesión.

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