Chat 38: Si te dijera que no.

1.6K 165 196
                                    

—Stellaris es increíble —lloriqueo, admirando toda la calle mientras nos dirigimos al grandioso estadio estelar

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—Stellaris es increíble —lloriqueo, admirando toda la calle mientras nos dirigimos al grandioso estadio estelar.

—A ti todo te parece increíble —bufa Hywel.

—No salgo de mi casa, ¿qué te esperabas? —Le doy un suave puñetazo en el brazo.

—Maltrato animal —señala Dión.

—Ya viene el otro —resopla mi mejor amigo.

El pelinegro se encoge de hombros y entrelaza nuestras manos.

—¿Cuánto falta para llegar? —pregunta Jake, ojeando su teléfono.

—Unos diez minutos —contesta Mark.

Comienzo a saltar de la emoción.

—Estamos a nada de conocer a Undying Solstice.

—Pero ¿tú no los conociste ya? —cuestiona Jake.

—Conocí a Airy y vi de lejos a Mya. —Abulto mi labio inferior.

—Lo mismo es.

—He dicho Undying Solstice.

Él rueda los ojos y repite lo que he dicho con un tono burlón.

—Tonto. —Me cruzo de brazos, inflando las mejillas como un niño pequeño.

El camino sigue con nosotros dos discutiendo y el resto cambiando de un bando a otro. Obviamente, Dión siempre estaba en el mío, y hasta me ayudaba con los argumentos.

Al llegar, el barullo proveniente de la muchedumbre es sorprendente. El estadio es inmenso, como las filas para entrar.

—No me jodas, ¿qué es esto? —gimoteó Hywel.

—Fila —indico yo.

Él me dedica una sonrisa falsa y lo esquivo justo cuando está por golpearme.

—Cuánta agresividad —sonríe Dess, divertido.

—Sí, porque Lesya y Dión no van a tener que hacer fila —resopla mi mejor amigo.

—¿Y eso? —cuestiona irritado Jake.

—Entradas VIP. —Me encojo de hombros.

—Qué hijo de puta —masculla.

—¿Qué escucho? ¿Envidia? —Le saco la lengua.

—¿Sí? Nosotros vamos a tener que estar de pie durante horas, hasta que empiece el concierto.

—Haber ganado tú el concurso.

—Te voy a pegar —amenaza.

Entonces, me escondo tras Dión.

—Ayuda, Dión. Protégeme —pido.

Este sonríe de lado y despeina mi cabello.

—No te metas en peleas y ya.

—Pero protégeme, novio.

Si te dijera que no © ✓Where stories live. Discover now