Chat 13: Intentaba ser tu amigo, ¿vale?

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—Ni siquiera entiendo por qué estoy aquí cuando podría estar con mi pequeño Ónyx —me quejo al escuchar la ensordecedora música resonar desde la casa

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—Ni siquiera entiendo por qué estoy aquí cuando podría estar con mi pequeño Ónyx —me quejo al escuchar la ensordecedora música resonar desde la casa.

—Porque te van a pagar tres semanas de almuerzo y Dión casi te ha suplicado por ello —responde Hywel.

—Ah, cierto —rio por lo bajo.

—Vais a acabar juntos —declara.

—Que te calles —suspiro.

—Te estoy sugestionando y va a funcionar —silba.

—Odioso.

—Como si no lo supieras —carcajea.

—Cuando me estés pagando una cena en el restaurante más caro de la ciudad, no te reirás tanto.

—Lo dirás por ti. —Se encoge de hombros.

Rueda los ojos y abre la puerta de la casa como si nada.

—Antes de que digas nada, esto es común en las fiestas. Aunque tocase el timbre, no me escucharía nadie —explica.

—Cómo me conoces.

—Quién no, don legalidad.

Lo sigo cuando entra y, para mi mala fortuna, la primera imagen que tengo de la fiesta es el hermoso panorama de Jake besándose o lo que fuese que estuviese haciendo con la boca de, al parecer, un chico del equipo de vóley contrario; los Moonlit Defenders.

Era real eso que decían de que la enemistad solo era dentro de la cancha.

Silbo un poco, haciendo a mi mejor amigo reír.

—No es la primera vez que se lían. —Se vuelve a encoger de hombros—. Se conocieron a través de LoveLink.

—¿Acaso funciona de verdad? —cuestiono, sorprendido.

Sinceramente, yo no le tenía tanta fe a la aplicación. Era divertido hablar con Solecito, pero no creo que él sea el amor de mi vida.

—Pues claro que sí, duh.

—Tampoco me esperaba que a Jake también le gustasen los chicos —admito.

—Le costó un poco aceptarlo y aún no se lo ha dicho a sus padres.

—No me lo esperaba, pero estoy feliz por él —sonrío—. ¿Y tú por qué sabes tantas cosas? —gruño.

—La verdadera pregunta es: ¿por qué no?

Hywel vuelve a reír y se dirige a la barra improvisada. Pide algo al "camarero" y este le da dos shots, de los cuales me pasa uno.

—No debería beber —musito, pero cuando el recuerdo de la última conversación que había tenido con Solecito me amarga la noche, me tomo el shot de una vez.

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