—¿Crees que Dión esté enfermo? —le pregunto a Hywel, mirando hacia susodicho.
—¿Por qué lo dices? —Él mordisquea su bocadillo, siguiendo mi mirada.
—He estado intentando sacarle de quicio, pero, o no me contesta o directamente ni me mira. —Me cruzo de brazos y abulto mi labio inferior.
—Quizá por fin haya madurado, no como tú.
—¡Oye! —suelto con un tono de reclamo—. Eso es imposible, algo ha tenido que pasar.
Frunzo el ceño y aprovecho para acercarme cuando por fin todos en su mesa se van a hacer fila, excepto él.
—Dión —pronuncio mientras me siento delante de él y cruzo los brazos sobre la mesa.
—¿Qué quieres, Lesya? —pregunta tranquilo, sin quitar la vista de su teléfono.
En este momento, hasta me siento ofendido por la poca atención que me da.
—¿Estás enfermo? —cuestiono sin rodeos.
—¿Perdón?
—Que si estás enfermo, no sé, con fiebre o lo que sea.
—¿De qué hablas?
—Ya no me respondes cuando te provoco —le reprocho.
—¿Acaso te gusta tanto mi atención que la echas de menos ahora que no te la doy? —se burla.
—¡No! —Lo miro horrorizado.
—Por la forma en la que lo niegas, parece todo lo contrario. —Se encoge de hombros.
—Definitivamente, estás enfermo —declaro.
—Pero, ¿para bien o para mal? —pregunta irónicamente.
De repente, siento una punzada en el pecho.
Esa frase la he escuchado en alguna parte.
La dices tú cada vez que puedes, imbécil.
Cierto.
Menos mal que no podían escuchar mis pasamientos, porque me hubiera muerto de vergüenza.
—Olvídalo, ya no es divertido molestarte. —Arrugo la nariz y me voy sin dejarle terminar la frase que había comenzado a decir.
Iba a aplicar los consejos de Solecito. No tenía sentido molestarse por nimiedades.
De todas formas, Dión tampoco era tan interesante.
@SunShine se ha conectado.
SunShine: Hola.
SunShine: No me esperaba el regalo, pero me ha gustado.
SunShine: Gracias.
SunShine: Ayúdame, ¿qué debo hacer si un loco me acosa?
SunShine: Bueno, "loco", el chico que me odia.
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Si te dijera que no © ✓
Romance¿Es posible enamorarte de quien más odias sin darte cuenta? *** Lesya no soporta al capitán del equipo de natación y Dión detesta al capitán del equipo de vóley. Ambos se odian, no se soportan y ni siquiera se pueden ver en pintura. Entonces, la a...