Chat 37: Te quiero mucho.

996 152 35
                                    

—¡No me lo puedo creer, Dión Ainsworth! —chillo, dando un portazo y llamando la atención de toda la cafetería—

Oops! Questa immagine non segue le nostre linee guida sui contenuti. Per continuare la pubblicazione, provare a rimuoverlo o caricare un altro.

—¡No me lo puedo creer, Dión Ainsworth! —chillo, dando un portazo y llamando la atención de toda la cafetería—. ¡Me lo esperaba de todos menos de ti!

Dión entra detrás de mí.

—No es lo que parece, Lesya —imita mi tono dramático.

—No te lo voy a perdonar. —Finjo llorar, sentándome junto a Hywel.

Dess y él nos miran desconcertados, sin entender qué cojones hacemos. Yo tampoco sabía qué estábamos haciendo, pero me hacía gracia.

—No, por favor, Lesya Sinclair. ¿Cómo le explicarás a nuestro hijo que nos vamos a separar?

—¿Nuestro? Ónyx es mío.

Hywel hace una mueca de disgusto.

—¿Qué coño hacéis? —cuestiona.

Entonces, vuelvo a mi actitud de siempre y me encojo de hombros.

—Es que nos aburríamos —explico.

—¿Y por eso habéis hecho un show delante de toda la cafetería? —Dess alza una ceja, mientras que yo asiento con orgullo.

—Yo solo imitaba a Lesya. —Dión le roba comida a su mejor amigo, restándole importancia al asunto.

—No puedo con vosotros —bufa mi mejor amigo.

—Vosotros nos juntasteis —sonrío con inocencia, pegándome a Dión.

—Una de las peores decisiones de mi vida —se lamenta.

—¡Oye! —le reprocho.

—Oigo.

Entrecierro los ojos antes de darle una patada por debajo de la mesa, haciendo que gimiese del dolor.

—Por imbécil. —Le saco la lengua.

Dión tira de mí por la cintura.

—No seas tan agresivo, Lesya.

Ruedo los ojos antes de decir:

—Sí, mami.

Entonces, recibo un pellizco en la mejilla.

—Deja de comportarte como un niño pequeño.

—Pero si te encanto. —Hago un puchero— ¿Sabeeees? Se me ha ocurrido que mañana se lo podemos hacer al entrenador. Puedo comenzar a llorar.

—Madre de Dios —resopla Dess.

—¿Qué? La última semana de clase es demasiado aburrida y es nuestro último año. Quiero divertirme. —Abulto mi labio inferior, tumbándome sobre la mesa.

—Lesya, ¿has aplicado para ir a la universidad o algo? —pregunta Dión.

—Me han ofrecido varias becas. —Me encojo de hombros—. Aún no me decido.

Si te dijera que no © ✓Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora