Capítulo O24

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Las luces del alba que entraban por la cortina de mi ventana, junto con el ruido de la ducha, habían conseguido despertarme. Estiré mi brazo y palpé el otro lado de mi cama y me di cuenta que Ashton ya se había levantado.

Una vibración bajo la almohada llamó mi atención. Era el teléfono de Ashton.

No era por ser cotilla, pero me daba curiosidad y lo tomé. Fácilmente lo desbloquee ya que no tenía contraseña ni nada. Tenía un mensaje nuevo el cual ya estaba abierta la conversación y pude leerlo, junto con algunos que estaban antes.

De: Número desconocido.

Sabes bien que debes venir

Ayer. 12:34

De: Número desconocido.

Ashton, hablo enserio. No te hagas el estúpido y ven, tenemos cosas importantes de las que hablar.

Ayer. 21:56

De: Número desconocido.

Fletcher! Vienes ya mismo o tendrás consecuencias.

8:22

Ignorando todo, dejé el teléfono en donde estaba y cerré mis ojos para volver a dormir.

No sé cuanto tiempo estuve así, pero reaccioné al sentir unos suaves labios sobre mi mejilla. No me moví, no tenía ganas de hacerlo.

Suspiró cansado.

-¿Por qué no entiendes que me gustas?- Murmuró.

Oía cada cosa que hacía y escuché cuando abrió la ventana y se fue, susurrando un adiós.

Una vez que me aseguré que estaba lo suficientemente lejos, patee las sábanas y me levanté dando un salto ninja, o eso creía. Tan solo me senté y me puse de pie de manera inmediata.

Me puse mi par de pantuflas y salí corriendo a la calle con la sensación de impacto aún y recogí las cartas que estaban en la puerta. Revisándolas me di cuenta que una era para la familia de Michael, así que tomé las llaves y salí en pantuflas y pijama hasta allí, esperando que no me viera nadie.

Daba la casualidad que un taxi estacionó y de él bajó Michael, con su aspecto pálido y más delgado que de costumbre. Del otro lado se asomó Caspar, el asistente del profesor, abriendo el maletero y bajando una gran valija.

-Gracias, por todo. Nos vemos el lunes si es que vas a ayudar al calvito Smith.- Vi como se despidió del rubio con un abrazo y éste último le dio un largo beso en la mejilla, lleno de confianza.

Cuando Caspar se fue y el peliazul se acercó a la puerta de su casa, se sorprendió al verme.

-¡Michael!- Exclamé al verlo.

-Hola Lukey.- Hizo su broma con mi apodo.

-¿Qué pasó? ¿Dónde estabas? Quiero saber.

-Pasa, y te digo.-Sacó sus llaves y abrió la puerta.

Yo seguía con mi vestimenta de dormir y con la carta en la mano. Me senté en uno de los sillones individuales y Michael en el otro que se ubicaba en frente.

-Cuéntame ¿por qué te fuiste dos meses?

-Fui a Inglaterra, por la universidad, ya estamos casi a mitad de año, fui a recorrer el campus y a hacer el examen de admisión. Pero fue hace dos meses, no quería volver, así que Caspar me dejó quedarme en su casa un tiempo hasta que él tuviera que regresar.

-¿y cómo hiciste para que no contaran tus faltas y mantener la nota?

-Estudiaba a distancia. Lo sé, soy un genio.- Sonrió con orgullo, poniendo sus puños a ambos lados de su cintura antes de regresar a su posición actual.- ¿Qué llevas ahí? –preguntó señalando la carta que traía.

Our Way |Lashton| AUWhere stories live. Discover now