Caos

XXII

Advertencia: Se habla sobre secuestro y lo que posiblemente viven las personas en esta situación, no me centre mucho en eso porque lloro.

Han pasado cuatro días desde el secuestro de Zeus, a partir de aquí todo sucede al mismo tiempo.

Capítulo largo, tomense su tiempo para leer

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Observó el edificio incendiarse a la lejanía con una sonrisa divertida para después mirar al público atrapado en aquel estadio. Todos se apretaban unos con otros en busca de sentirse seguros, aquello era jodidamente divertido, si supieran que estaban justo donde los quería. Unos pasos acercándose lo distrajeron de la vista, volteo a ver a la estrella principal de todo este show, Apolo Olympus.

- no creí que vendrías -dijo aquel desconocido con una sonrisa

- no me dejaste muchas opciones -respondió un enojado Apolo

- no me mires así, era necesario, después de todo eres difícil de seguir... Jodido Hades hizo un excelente trabajo protegiendo a "su familia" -Apolo no respondió, solo afiló más su mirada para dar a notar su molestia- ¿Viniste solo?

-lo hice, mi seguridad se encuentra afuera cuidando de mis fans. Eso no pude evitarlo

-no hay problema mientras no entren

-ya me tienes aquí, no necesitas retenerlos más -dijo refiriéndose a sus fans

- ¡oh! Apolo ¿Crees que lo dejaría tan fácil? No, esto es para lastimarte, herirte, verte suplicar -se burló aquel hombre soltando una risita burlona

- ¿Por eso explotaste el hotel?

-tenía que asegurarme que el estúpido alfa militar no viniera ¿Dónde lo conseguiste? Casi me atrapa dos veces

-salió de la selva a cuidar a sus hermanos -comentó con sarcasmo Apolo

El otro se carcajeo con fuerza mientras negaba con la cabeza divertido

-parece que no entiendes tu situación

-la entiendo, pero hay algo que no -interrumpió Apolo- ¿Por qué haces todo esto? ¿Por qué deseas dañarme? Yo no te he hecho nada... Céfiro

Céfiro, el dios del viento del oeste, aquel que junto a Apolo cortejó a Jacinto y cuando éste eligió al dios del sol enloqueció de celos asesinando al humano frente a su amado quien con su sangre creo las preciosas flores que le perseguirían toda su vida

- ¿no has hecho nada? ¿Cómo te atreves? -mascullo el dios poniendo un rostro enloquecido- ¡¡tú me quitaste a Jacinto!! ¡Incluso ahora, a pesar de todo no logro encontrar su alma! Creí que dejarías de ser una molestia cuando te vi con ese estúpido omega, pero Jacinto no está en ningún jodido lado

-... ¿Por qué recuerdas eso? -fue lo único que pudo preguntar Apolo, quería lanzarse a su garganta por insultar a Simo, pero necesitaba información- no se supone que tú o cualquiera recuerde eso

-no lo entenderías -le restó importancia- tu y esos jodidos dioses ¿Ahora sí aman a la humanidad? ¿Después de destruirla y llevarnos a esto?

-tampoco vi que te opusieras mucho -se defendió Apolo, intentando ganar tiempo, ya casi era hora

-eres un hipócrita Apolo, amaste a un humano y luego peleaste por destruir su raza

-ciertamente no fue de mis mejores acciones, pero estaba enfadado de haber perdido a mis tíos y hermano. Ahora pago por ello

-no lo suficiente, por eso vine aquí. Me quitaste a Jacinto y a pesar de ello aquí estás disfrutando tu vida con otro ¿No lo amabas?

- ¡lo hice! -aseguró- De verdad lo hice, pero Céfiro, debes ver más allá, no te quedes en el pasado. Si lo haces el odio y rabia te consumirá