Día 6. Desayuno en la cama

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Yushiro siempre se levantaba temprano para poder hacerme unos detalles muy lindos pero innecesarios, siempre que me despertaba me recibía con una bandeja de comida y con toda la casa limpia, por eso me he decidido que está mañana yo cambiará eso, quería darle una mañana de descanso, asé días que tenía una calentura terrible que le fue provocada por intentar bajar a Chachamaru del árbol en plena tormenta.

Pensé por un momento que cosa le podría preparar, siempre que le preguntaba por su comida favorita, él solo me respondía que era aquella que cocinaba, sin ideas busque el recetario de mi abuela, ese libro tenía recetas con sabor ha hogar, delicadeza y amor, elegí un platillo algo sencillo que comía de niña muy saludable y que le serviría para su enfermedad, también le prepare un calientito té, de postre le hice unas galletas de chocolate, coloque todo en la mesita que había comprado y la decore con un jarrón.
Cuando termine de hacer los queaseres de la casa, me senté a un lado de la cama, esperando a que despertará, Chachamaru se acurrucó en su pecho y el rose de su pelaje en su nariz hizo que se despertará.
Miró al gato que ronroneaba en su pecho, lo acarició un rato para después observarme.

—¿Qué es eso?.

—¿Esto?, es tu desayuno, has estado algo enfermó y debo cuidarte— colocando aún lado la mesita.

Me miraba y luego observaba la comida, esa acción la repitió varias veces, tantas que me desesperó, ¿Acaso mi platillo estába mal echo?, con esa duda prove el caldo.

—Esta decente, si eso es lo que te preocupa.

—no, no es eso, sino que ésto no era necesario, ¿Ya desayunaste?.

—aún no.

Me miró y agarró mi mano, entendí que cosas quería, agarré una galleta y lo acompañe en su desayuno, ésto no era lo que tenía en mente pero él estaba feliz y eso era lo que quería,
no sabía cuántos días él podía estar en cama, me levanté dejándolo comer sólo y me dirigí a la parte trasera, donde estaban todas mis plantas, ahí empecé a preparar una bebida para curar su calentura, extrañaba verlo pintar sus bellas pinturas y su carácter peculiar,  todo el día me pasé a su lado, cuidando ha que su temperatura se mantuviera baja, algunas veces tuve que evitar que realizará algunas actividades, cuidar de él era muy difícil, estába agotada, lentamente mis ojos se empezaron a cerrar y me quedé dormida en un sofá, cuando desperté, estaba en la cama, completamente tapada con una suave cobija, la sala tenía una luz tenue, cuando me asomé ví a Yushiro barriendo, ya se notaba mejor, consentrado en lo suyo, me dí cuenta que sería inútil que lo obligará a permanecer en cama, me aserque para ayudarlo y cuando terminamos, preparé unas palomitas para después sentarnos a ver una película, un pequeño descanso para los dos, algo que podemos disfrutar los dos, aunque sus estornudos aveces interrumpían la película.

Fluffytober 2023. La Musa PerfectaKde žijí příběhy. Začni objevovat