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CAPÍTULO CUARENTA Y DOS

-: cuarto año :-

— IN WHICH JANE CONTEMPLATES

. . .

Harry se habia ido por la mañana después del desayuno para encontrar un cambio de ropa con los Dursley, completar algunas tareas que no había hecho durante unos buenos dias y tambien escribir respuestas a las cartas, también decidió extender la información a Hermione, Ron había mencionado que le había preguntado sobre la parte de adopción del Estatuto del Secreto, y después de leer el tercer sobre que Flora le había dado, Harry se sintió un poco mal por no decirselo.

Y mientras Harry detallaba los acontecimientos de la noche anterior, Jane estaba de pie junto a Angela en la cocina de la mansión Adley. Estaba vestida con una falda estampada de color lavanda con una camiseta blanca de botones puesta sobre la parte superior del bikini; ella y Harry habian prometido reunirse por la tarde e ir a nadar al rio.

Se pronosticó que sería más soleado y cálido ese día que el resto del verano, y habían decidido aprovecharlo.

Descalza y tarareando junto a la canción que sonaba en la radio, Jane bajó la mano para ajustar el hilo trenzado alrededor de sus tobillos, una idea chispeando y alcanzando su bloc de notas, garabateando algo.

—¿De qué se trata eso? —Angela preguntó, haciendo una pausa en su tarea y mirando hacia arriba. Ella estaba cuidando a Jane en la cocina, supervisando mientras la chica Everleigh preparaba el almuerzo para cuando se reuniera con Harry.

—Pronto es su cumpleaños —Jane respondió, lavándose las manos y secandolas antes de alcanzar la harina, esparciendo un poco en la superficie—. Dijo que no hiciera nada... pero tengo la sensación de que nunca ha tenido mucho. Va al internado y vive con una familia que lo odia, además de que aterrizó justo en medio de las vacaciones de verano. Quiero hacer algo por él.

Algo que tampoco era demasiado grande, por lo que lo estaba extendiendo durante un par de días. Ese día, ella misma estaba haciendo su picnic más grande y mejor de lo habitual. Tenían muchas sobras de la noche anterior, además de que estaba haciendo bollos a mano, rollos de salchicha y tortilla española, era mucho para hacer en una mañana, pero Angela la estaba ayudando con la tortilla y los rollos de salchicha.

—¿Qué es esto? —Flora entró por la puerta del jardín en la cocina, con sandalias resonando contra los azulejos de terracota. Estaba vestida con un vestido de verano y uno de los sombreros blandos más grandes que Jane había visto.

La chica Everleigh se endurecio visiblemente, pero se obligó a relajarse segundos después, ajustando su bloc de notas sobre su mandil. Flora y Angela se dieron cuenta, encontrándose con los ojos de la otra mientras Jane se llenaba de masa las manos para amasar los bollos.

—Pronto es el cumpleaños de Harry —Angela respondió por ella—. Jane quiere hacer algo por él, pero él no quiere nada grande.

—Oh, ¿en serio? ¿cuándo es? —Flora miró a Jane, que no respondió de inmediato.

—31 —incluso su respuesta fue breve, sin mirar hacia arriba desde la masa y continuando amasándola, alcanzando el cortador y comenzando a colocar las formas del círculo en la bandeja a su lado.

—Aquí, déjame hacer eso —Angela interrumpió el silencio que cayó después de la respuesta de Jane, alejándose de donde estaba organizando los rollos de salchicha en una caja. Flora parecía reflexiva, como si estuviera planeando algo y no parecía darse cuenta de que Ángela tomó la bandeja y la deslizó en el horno—. Iré rápidamente al baño, está bien, Jane.

—Pero la... —Jane parecía asustada mientras Angela se alejaba corriendo, se tragó los nervios y se dirigió hacia los rollos de salchicha para terminar el trabajo.

Flora, que parecía haberse dado cuenta de lo que Angela estaba haciendo, se salió de su enfoque, en lugar de mirar el bloc de notas, antes de dar un par de pasos y apoyarse en el mostrador junto a Jane.

—Entiendo si no quieres que te adopte, querida —la chica dejó caer un rollo de salchicha y juró en voz baja, agachándose para conseguirlo antes de que Clementine pudiera—. Sin embargo, debes ser consciente de que, con el tiempo, es mi intención hacerlo. Ha pasado poco tiempo desde que llegaste, pero tenía la impresión de que me lo permitirías. Las circunstancias en el proceso son un poco diferentes para mí, conociendo al señor Winter y todo eso. Tienes todo el tiempo del mundo para pensar en ello.

—He... disfrutado estar aquí —Jane habló en voz baja y calculada, como si hacer cualquier otra cosa revelaria sus verdaderos sentimientos—. Pero es extraño saber eso... yo estaba...

Ella no terminó la frase, pero Flora sabía claramente las ultimas palabras que estarían alli—. Lo siento si te asuste, pero decidí que sería mejor también hacerte saber mis esperanzas ahora en lugar de más tarde.

—Está bien, no tengo miedo —Jane trago, contando varias tartas de melaza en miniatura para poner en una caja, añadiendo algunas más que su número original antes de poner la tapa y meterla en la bolsa que había preparado—. Simplemente... sorprendida.

—Está bien —Flora sonrió, viendo como Jane servía una botella sellada de limonada rosa de la nevera y agarraba varios de los vasos de plástico, envolviendolos en un paño de cocina antes de colocarlos en la bolsa—. Solo... Disfruta de tu día con Harry y avisame si necesitas algo, para hoy o para su cumpleaños.

—Lo haré... gracias —Jane sonrió. Sabía que quería quedarse con Flora, pero la idea la asustó. Sin embargo, ella se acotumbraria a la idea y tal vez hablaría con Harry al respecto.

Eso ayudaria.

𝗷𝗮𝗻𝗲, harry potterDonde viven las historias. Descúbrelo ahora