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CAPITULO DIECISEIS

-: cuarto año :-

── IN WHICH THEY REUNITE

. . .

Acompañando su emparedado de tocino con un vaso de agua de limón (Angela tenía una jarra enorme en el refrigerador y la superficie estaba manchada con el Amarillo de la fruta y ciertos pétalos de flores rosas que infundían el líquido), Harry fue dirigido hacia donde Jerry había dicho que Jane estaba.

En su mano había un plato de galletas, tenían forma de corazón y estaban cubiertas con el glaseado pegajoso que Harry reconoció de varios postres de Hogwarts (y que Dudley solía comer al final de casi todas las comidas), y supuestamente uno de sus favoritos.

—¡Potter! —su voz sonó alegre cuando lo vio acercarse, los ojos verdes ocultos por marcos redondos de alambre parpadeando sobre la escena. Era justo decir que Harry entendía completamente porque Jane tendía a preferir este rincón del amplio jardín trasero de la mansión de Florence Adley. No era solo la relación entre el sol y la sombra.

El rincón que Jane había elegido para sentarse estaba completamente invadido por la vida salvaje. Estaba sentada en una pequeña esquina circular, pero encima de ella había un sauce que se balanceaba muy atractivamente con la brisa. En lo que Harry pensó que alguna vez serian jardines muy bien cuidados, los arbustos de flores se derramaban en variaciones de rosa, purpura, blanco, azul y Amarillo.

Los rasgos de la niña estaban sombreados por los contornos de las hojas de sauce, una de las flores rosadas que estaba más cerca de su mano metida detrás de la oreja, varias otras más pequeñas tejidas en las trenzas que sostenían dos mechones de su cabello cerca de su cara hacia atrás. Estaba sentada sobre una manta de picnic a cuadros rojos y blancos, Harry sintió una repentina oleada de algo cuando vio a los dos gatitos en su regazo.

Uno de ellos marrón chocolate que parecía mas esponjoso que el otro, descansaba en la curva entre su pantorrilla y su muslo donde cruzo las piernas disfrutando de la luz del sol con los ojos cerrados. El otro era blanco y pelirrojo, claramente mucho más juguetón que su hermano, mientras intentaba trepar por el torso de Jane.

—Hola —respondió Harry, sentándose y colocando el plato de galletas en una curva de la sombra del árbol, observando como la niña extraía con cuidado el gatito pelirrojo de su camisa, colocándolo en su regazo y riéndose mientras regresaba a donde estaba antes.

—No pensarías que eran hermanos, ¿verdad? Según Jerry, son los dos opuestos de la camada, copias al carbón de la madre y el padre. El otro... creo que cuatro, ¿creo que dijo cuatro? —hizo una pausa, claramente pensando en ello—. Cuatro —ella confirma con un movimiento de cabeza—. Son mezclas de los dos.

—Son lindos —comento Harry—. Mi amiga tiene un gato, pero no se parece a estos dos. Tiene más bien la cara aplastada y en realidad es bastante inteligente.

—Los gatos pueden ser bastantes inteligentes —reflexiono Jane—. ¿Llegaste bien? —pregunto, Harry asintió—. ¿Puedo hacerte una pregunta? —llegó una segunda pregunta y Harry asintió una vez más, observando como Jane volvía a colocar al gatito en su regazo y lo atrapaba cuando se le caía de las rodillas.

—Siempre hablas de tus amigos. Pero rara vez hablas de ti mismo —empezó la chica Everleigh—. ¿Hay alguna razón de eso? —Harry se congelo en el lugar, apenas moviéndose cuando el aventurero gatito pelirrojo trepo hacia él y se subió a su rodilla. Le recordaba a ella.

𝗷𝗮𝗻𝗲, harry potterTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon