Una llegada [in]esperada [Kiribaku mpreg]

🔸0. Una pregunta estúpida

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—Alguna vez... ¿Alguna vez han pensado en tener hijos?

Katsuki nunca olvidaría aquel día. Jamás olvidaría esa pregunta.

Habían estado los cinco —Ashido, Kaminari, Hanta, Kirishima y él— tranquilos en la habitación de Eijiro, acomodados entre los muebles y extremos del lugar mientras disfrutaban de la tarde juntos. Aún era primer año; bueno, estaba a punto de terminar.

Katsuki aún se sorprendía de haber sido capaz de soportar a esos cuatro por todo un año, sobre todo de convivir con ellos.

No le gustaba admitirlo, pero el nivel de confianza había aumentado desde que se habían mudado a Height Alliance y pasaba día tras día en compañía del otro.

Aparentemente, aquella confianza había alcanzado el jodido nivel de las preguntas estúpidas y personales.

Apenas estaban cumpliendo diecisiete ese año, joder. ¿Realmente era necesario tocar ese tema? ¿Por qué mierdas pensar en hijos cuando aún no se convertían en héroes ni estaban seguros de pasar el año?

Katsuki gruñó y se colocó los audífonos en sus oídos, sin volumen alguno.

—Felicidades, cara de tonto —dijo Katsuki entre dientes—. Es la pregunta más estúpida que te he escuchado hacer.

—¡Oye, es una pregunta muy válida! —afirmó el otro rubio—. ¡No seremos estudiantes para siempre, Kacchan! Algunos queremos formar una familia.

Katsuki rodó los ojos.

—Es una estupidez pensar en eso ahora. Y seremos héroes, joder. ¿De dónde sacarás tiempo para cuidar de un mocoso? Solo son un maldito estorbo. Es un jodido no para mí.

Escuchó que Mina soltó un suspiro.

—No esperaba otra cosa de Blasty. Quiero decir, no es la manera en que yo lo expresaría, pero tampoco estoy segura de querer tener hijos.

—¿Ah, no? —intervino Hanta con interés.

Katsuki bufó. Ese idiota no podía ser más obvio sobre su gusto por Mina.

Su amiga sacudió la cabeza.

—Tal vez es muy pronto para decirlo, pero no me veo así. ¡Adoro a los niños! —Aunque la miraba de espaldas, Katsuki pudo saber que Mina estaba sonriendo—. Pero convertirme en madre y ser responsable de un pequeño humano... No sé. No encaja conmigo.

Vaya, era la primera vez que estaba de acuerdo con algo que decía ella.

—A mí me gustan los niños —dijo pelos de mierda. Su cabello estaba hacia abajo, sin el más mínimo gel, y tenía la polera de Red Riot que Katsuki le había regalado por su cumpleaños—. Y me gustaría tenerlos... si mi pareja también quisiera.

Katsuki detectó un atisbo de timidez en el tono de Kirishima. ¿Por qué ese idiota estaba sonrojado? ¿Acaso ya le gustaba alguien?

Katsuki no supo por qué aquello hizo que su corazón se sacudiera de molestia.

Frunció el ceño y volvió su atención al celular. Esta vez, sí puso la música a alto volumen mientras los idiotas que llamaba amigos continuaban hablando.

A la mierda.

No quería escuchar más esta conversación. No quería ver a Kirishima hablar sobre una jodida familia en el futuro.

Aunque, por un instante, dos nombres que a Kirishima le gustaba se colaron en sus oídos.

Hideo para niño.

Akane para niña.

Katsuki subió más el volumen.

Qué mierda de tema.

Qué mierda hablar de mocosos que no sabían que existirían.

Qué mierda pensar en qué Eijiro ya sabía qué nombres le gustaban si alguna vez tuviera hijos.

Qué mierda imaginar que la sonrisa radiante de Kirishima tendría como dueño a otra persona más.

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¡Buenas! ¡Día de actualización! (ahre no tengo fecha fija)

Tenía esta parte escrita hace meses y estaba pensando en ponerla como extra, pero siento que queda bien aquí para ver el contraste de la perspectiva de Bakugo adolescente con el futuro (que ustedes ya saben).

Como les dije en la nota hace unos días, estoy agregando cositas, así que, en pocos días, estará el capítulo uno bien pulido y con sus respectivas modificaciones. Estaba pensando poner la historia en borradores y resubirla con los cambios ya hechos para que lean capítulo por capítulo con tranquilidad, pero, ¿qué opinan ustedes?

Una vez más, ¡gracias por todo!

¡Nos leemos!