Un águila confianzuda

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No sabía que podía ser tan confianzudo.

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Entraron por las grandes puertas que tan bien recordaba. Cuatro mesas llenas de niños y adolescentes los miraban con intriga, intentando adivinar a qué casa irían cada uno. Recordaba su yo pasado, casi saltando de las ansias de poder entrar en Slytherin al fin, y sonriendo con suficiencia cuando fue nombrado al instante como integrante de la casa verde por el mágico sombrero que ahora estaba pasando por las cabezas de los niños de su año. Todas y cada una de las personas que había conocido en su vida anterior fueron colocadas en sus correspondientes casas, sabiendo que estaba a punto de ser nombrado se preparó mentalmente para la selección. Supuso que estaría en la misma casa que en su vida anterior, seguía siendo astuto y su sentido de la autoconservación estaba en su máximo esplendor, después de su presunta muerte no podía permitirse flaquear y permitirse un error que le cobre con su vida como en el pasado.

"Draco Lucius Malfoy."

Se apresuró a ir con Mcgonagall, sentándose nerviosamente en el taburete incómodo que le ofrecían y poniéndose el gran sombrero que abarcaba toda su visión. Se sintió aún más nervioso al notar que pasaban los segundos y el sombrero ni siquiera había soltado una palabra. El silencio reinó en todo el comedor y pronto los susurros empezaron a volverse más audibles.

"¿Qué ocurre?"

"¿Por qué no dice nada el sombrero?"

"No me digas, ¿podría el heredero Malfoy ser un squib?"

El comedor procedió a dejar de susurrar y empezó a alzar la voz de manera progresiva hasta acabar conversando casi gritando.

"¡No puede ser, el heredero de los Malfoy de verdad es un squib jaja!"

Gritaron incrédulos y burlones algunos, Draco solo pudo encogerse en su asiento sin saber lo que pasaba, preguntando qué había cambiado, ¿por qué el sombrero no había hablado en los diez minutos que llevaba sentado?

De repente una voz profunda resonó por toda la sala reclamando silencio, era el sombrero que había estado posado en su cabeza por todo ese tiempo. Carraspeó y empezó a hablar bajito en su oído.

"Pequeño Malfoy... Bueno, no tan pequeño diría yo. No voy a comentar sobre tu pasado, pero he de decir que me has dejado sin palabras. Nunca, en mis muchos años como sombrero seleccionador me había encontrado con un cenizo, aunque tengo un gran amigo que una vez en su dia me proporcionó información sobre ellos, si no supiera sobre su existencia probablemente estaría aun mas confundido de lo que estoy ahora y habría acudido sin dudarlo a Dumbledore. Ahora que sé lo que es no haré nada para interponerme en su futuro, a su vez no interferiré en la búsqueda de su verdad, mi amigo especificó el destino de un cenizo; el encontrar su verdadero ser."

<<"Sabiendo eso, aunque tienes muchas de las cualidades de un Slytherin, te vendría muy bien el ser un Ravenclaw. Tienes lo necesario para ser un integrante de la casa de las águilas, y podrías lograr muchos de los objetivos que te propongas, ¿qué es mejor que un ambicioso Slytherin con la capacidad de deducción y creatividad de un Ravenclaw? Veamos, te doy la capacidad de elegir en qué casa te encontrarás, no soy yo quien tiene que elegir el futuro que alguien ya se había labrado."

¿Cómo iba a imaginarse que el sombrero le diría algo parecido? Sabía que podía meterse en su mente, pero lo que no sabía es que tenía la capacidad de saber sobre su vida pasada, o que supiera algo que ni siquiera él sabía. Un cenizo. Se sintió extasiado al saber que le habían regalado una fuente de información tan importante. Ahora podría empezar a investigar correctamente, aunque nunca había escuchado hablar de los cenizos, se encargaría de descubrirlo. El amigo del que habla el sombrero estaba convencido de que era Dumbledore, ¿quién más podría ser? Miró por el rabillo del ojo al director, que estaba observando atentamente sus movimientos, intentando descubrir qué estaba ocurriendo con la selección, él porque tardaba tanto la sorteación de un niño que todo el mundo sabía que sería una serpiente. El niño dirigió su mirada al frente, los demás alumnos lo observaban sin decoro, entre risas se burlaban de él, pensaban que no sería elegido para ninguna casa.

[Fire] Neither you nor me: First yearΌπου ζουν οι ιστορίες. Ανακάλυψε τώρα