Dragón en Diagon

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Dragón se encuentra con las cenizas y obtiene leña perfecta para su chimenea.

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Y es que, ¿Como iba a dejar de observar constantemente la chimenea si era el fuego aquello que le quitó la vida y lo trajo de vuelta?

Se le acumulaban más dudas por cada día que pasaba. Seguía preguntándose como logró volver, si aquello estaba relacionado con el fuego, porque era lo último que vio. Recuerda no haber sufrido, simplemente haberse fusionado con las llamas y haber caído en un profundo sueño que, para cuando se despertó, apareció en lo que pensaba que era una fantasía creada por el anhelo de volver a los tiempos sin preocupaciones. Aquellos tiempos donde solo se preocupaba por contentar a su padre.

No dejaba de pensar en ello. Cuando veía siquiera un solo atisbo de fuego, su mente divagaba hasta aquel día. Recordando como el fuego lo consumía de aquella manera tan delicada y agradable, pero a la vez fuerte y segura, arrasando todo aquello que se encontraba. Pensaba en Potter, si llegó a sentir lo mismo que él o si volvió al pasado. Lo dudaba. Pudo ver el puro dolor recorriendo sus rasgos cuando se encontró con las llamaradas crepitantes del fuego. Sus ojos verdes estaban teñidos del dolor rojo que se avecinaba rápidamente impulsado por la magia.

Habían pasado unos meses desde que regresó, gracias al correo diario que llegaba de la mano de las lechuzas de la mansión, se dió cuenta que era todavía agosto, por lo tanto en breves tendría que acudir a recoger todos los materiales necesarios para asistir a Hogwarts. Recuerda haber estado extremadamente ilusionado con ello. El pensar en comprar su propia varita hacia que su corazón se apertujaea con añoranza. Ansiaba poder tener de nuevo su varita en sus manos, practicar hechizos con la misma ilusión con la que lo hacía en un principio.

Su madre le avisó con varios días de antelación, comentó que iría solo con ella ya que su padre tenía asuntos importantes que atender relacionados con el ministerio.
Cuando llegó el día se encontró mucho más entusiasmado que de costumbre, y aquello lo notó rápidamente su madre. Draco se vistió rápidamente, haciendo que su cara se tiñera con un tono rosado por culpa de las prisas. Se abotonó cuidadosamente la camisa que llevaba de un tono blanco puro. Sus pantalones lisos y grises prolijamente puestos lo hacían ver un pequeño niño intentando parecer más adulto de lo que era, cosa que era verdad en esos tiempos. Recuerda intentar verse más maduro de lo que era para aparentar ser mejor al resto, pero lo único que conseguía era captar miradas de ternura por parte de los adultos.

Se peinó dejando de lado la tan odiosa gomina que estuvo tan empeñado en usar para intentar conseguir esa apariencia madura, usando un cepillo para dejar su cabello con una forma natural pero elegante.

De repente sonaron dos pequeños golpes en la puerta, seguidos por una voz temblorosa.

"Pequeño maestro, la señora Narcisa requiere de su presencia para ir al callejón Diagon."

Después de informar a Draco se escucharon rápidas y cortas pisadas que bajaban por la escalera. Draco se había olvidado de la existencia de Dobby, había estado demasiado interesado en divagar entre pensamientos sobre el fuego como para siquiera pensar en él. Tampoco es que hubiera pensado mucho en él en su antigua vida, desde que se convirtió en un elfo libre en su segundo año de Hogwarts se desentendió de todo aquello relacionado con el elfo. Recuerda haber sentido rencor por haber tenido la osadía de haber dejado la familia Malfoy y haber puesto en ridículo a su padre, pero ahora eso era lo último que le importaba.

Bajó tranquilamente las escaleras hasta que vislumbró la brillante cabellera rubia de su madre. Ella le dió un asentimiento y tomó su mano, lista para usar el traslador de su familia; un collar que pertenecía a Druella Black, la abuela de Draco y madre de Narcisa. Draco era todavía muy joven como para aparecerse junto a su madre, ya que eso llevaba tener una sensación de presión muy grande en el cuerpo, demasiado fuerte para un niño de once años.

[Fire] Neither you nor me: First yearWhere stories live. Discover now