Kim Taehyung, el rey de la región Oestte, es un alfa básicamente perfecto.
Su único defecto es, Jeon Jungkook su caballero real.
"Un Alfa Jamás debe sentir atraído por otro Alfa..."
Una regla que Taehyung y Jungkook rompieron.
Pero cuando fueron co...
Paso un mes desde que llego al reino, Jungkook estaba sentando solo almorzando en un comedor real, en donde almorzaban los miembros de la corte.
El comandante Jeon estaba mirando su plato de comida muy ocupado pensando en nada realmente. Hasta que sintió que alguien se acercaba.
El aroma fuerte a chocolate amargo y ron, lo hizo levantar la cabeza de inmediato.
—Hola Jungkook —dijo el rey Kim mientras se acercaba a él y se sentaba a su lado.
El otro alfa se quedó unos segundos en shock hasta que entendió la situación.
Se levantó trastabillando lo más rápido que pudo, mientras hacia una reverencia al rey.
Kim le sonrió. —Está bien, puedes sentarte.
Jungkook no lo hizo, y se paró derecho mirando fijo al rey.
—Señor cuáles son sus órdenes.
Kim al verlo tan nervioso, le dedico una sonrinsa cálida.
Sus ojos verdes estaban tan concentrados en Jungkook que no le prestó atención al hecho de que toda la corte los estaba mirando.
—Voy a dar un paseo en una hora, quiero que te prepares, tu vendrás conmigo.
—Sí Señor. —Contesto atacando la orden.
Kim se levantó de la silla palmando su hombro. Antes de retirarse sin decirle nada más.
Todas las personas a su alrededor miraban y susurraban cosas mirando a Jeon, pero a él realmente eso no le importaba. Estaba más preocupado porque el clima se estaba nublando y su lobo odia salir los días así. Lo cual era muy irónico.
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—¿Realmente iras a pasear solo con él?
—Ya te dije Namjoon, si no muestro confianza hacia Jungkook ¿quién en el reino va a confiar en él? No quiero que la gente lo siga viendo como un espía.
—Mi rey, lo entiendo pero aunque sea deje que el príncipe los acompañe.
—No. —Negó con la cabeza. —Yoongi está ocupado.
Namjoon miro al rey con desconfianza. Mientras se terminaba de alistar para salir.
A Taehyung le encantaban los días nublados. Lo hacían sentir vivo. Su lobo se sentía en paz. Y sintió que era la oportunidad perfecta para intentar acercarse a Jeon.
—Señor yo-
Kim lo interrumpió alzando un poco la voz. —Namjoon, no te preocupes no soy un idiota. Estaré bien, recuerda que soy el rey de esta nación. Me puedo cuidar solo.
—Sí mi señor, disculpe —contesto Namjoon mientras agachaba la cabeza.
En ese momento las puertas se abrieron anunciando que todo estaba listo para el paseo que el rey Kim quería dar.
