Berbiquí

24 2 9
                                    

-¿Cómo dices?

Estaba sorprendido por lo que le dijo Bull, se supone que no vio el rostro de la persona, entonces cómo podría tener una seguridad de quién fue el que le atacó.

Lo mira -Creo que fue Tomas. Escuche su voz llamándome.

Waller se le queda mirando fijamente sin pestañear. Si fue él... tiene que haber sido por él, pues no le llegó a dañar por Bull.

Tocan a la puerta y ambos de analizar la idea de que haya sido ese hombre el que le haya herido.

-Pase.

Entra una enfermera.

-Disculpen. Veo que ya se encuentra despierto, un oficial desea tomar su declaración sobre lo que le pasó ¿Desea que le haga pasar?

Bull asiente simplemente a sus palabras. Enseguida se retira la joven enfermera y entra luego con un oficial siguiéndole.

-Yo me retiro. Vuelvo después Bull, estaré a fuera -dice viéndole a los ojos. Bull le asiente con la cabeza.

Necesita saber si es verdad si ese tal Tomas fue el que lo hizo. Piensa mientras se va alejando de la puerta.

-¿Recuerda algo de su atacante señor Stevens?

-No. Solo que es un varón.

-¿Cómo sabe que es varón si dice que no lo llego a ver?

-Me puso la mano encima. Era una mano áspera y ancha.

Waller dejó de escuchar al oír que le hablaban ahora a él. Sabe que desvía al oficil porque quiere encargarse por sí mismo del asunto.

-Sr. Waller.

-Doctora Hernández.

-Lamento lo que le paso a su hermano. Vine a verle, escuche que lo trajeron a noche gravemente herido. ¿Lo ataron, verdad?

-Ahora mismo está con un policía que le toma la declaración.

-Entiendo.

Ambos se quedan un momento en silencio.

»Por cierto. ¿Cómo está usted?

-Bien. Gracias.

-Venga, quiero ver por mí misma que así sea.

Ambos van a una habitación y ella le pide que se quite toda la ropa de la parte de arriba. Ya que llevaba un tiempo de no sangrar de no vendarsela así que tiene los puntos al aire. Ella se los revisa y parece que no está tan mal porque no hace ninguna mueca o algo por el estilo.

-Esta muy bien. Ya podemos quitarte los puntos la herida se cerro.

Él se acuesta para que ella pueda sacar los puntos sin problema.

-¿Cómo lo ves?

Él piensa un momento la pregunta.

»Maiban. ¿Cómo lo viste cuando terminamos? -se detiene y le mira- ¿Te dijo que acabamos, no?

-Claro. Él... él está bien.

Un CriminalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora