𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐮𝐫 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 ▪︎ Jᴀʏᴡᴏɴ

• Capítulo 37

El día empezó como cualquier otro, pero todo se sentía diferente al despertar junto a Jay. Nos pasamos la mañana de excursión por el bosque, ya que a Ricky se le había ocurrido ir a buscar setas, y luego volvimos a casa para la hora de comer.
—¿Tenéis algo pensado para esta tarde?— Preguntó Terry.
Vi que Ricky y Will se miraban de forma cómplice, lo que me pareció sospechoso. «Estos traman algo… Bueno, Will ya me lo explicará.» Supuse.
—Yo me voy a quedar aquí descansando, me duelen las piernas.— Se quejó Benjamín. —Los guapos no deberíamos sufrir tanto.—
—Cállate anda.— Respondió Ethan, harto de aguantar sus quejas todo el día.
—Bueno, supongo que todos nos quedaremos aquí ¿No?— Preguntó finalmente Terry.
—A lo mejor salgo a dar un paseo más tarde.— Dijo Will finalmente.
—Sí, a mí también me gustaría tomar el aire.— Añadió Ricky rápidamente.
—¡Pero si llevamos todo el día caminando!— Volvió a quejarse Benjamín.
Jack le tapó la boca para que se callase.
Yo miré a Terry y le dije:
—¿Por qué preguntabas?—
—Nada, solo curiosidad.— Me devolvió una sonrisa cálida.
—¿Quieres hacer algo?— Volví a preguntar.
—Bueno, había pensado en montar un karaoke, pero podemos hacerlo otro día.—
Tuve flashbacks sobre las maravillosas interpretaciones de Benjamín en la fiesta de Ethan.
—Creo que estamos cansados, ¿Verdad?.—

La tarde pasó más rápido de lo que imaginé. Me senté en la hierba, con mi libro, y no me di cuenta de que habían pasado horas hasta que vi que el sol empezaba a esconderse detrás de las montañas.

—¡JUNGWOOOON!— Gritó Will.
Este venía corriendo hacia mí. «Oh, ya ha vuelto.». Sabía que él y Ricky habían salido a pasear por lo que mencionaron antes, y me alegraba ver a mi amigo tan feliz.
—¿Y esa cara?— Pregunté. —¿A qué viene tanto alboroto?—
—No te vas a creer todo lo que ha pasado.— Afirmó.
«Me puedo hacer una idea.». Pensé, pero dejé que siguiera hablando.
—Pues verás…— Paró un momento para coger aire y luego me empezó a contar la historia.

(Flashback)

Will y Ricky salieron de la casa y caminaron hasta una especie de parque que había cerca de ahí. Tampoco tenían demasiadas ganas de caminar porque estaban cansados, pero llegaron hasta ahí sin problemas.
—¿Aquí va bien?— Preguntó Ricky gentilmente.
Will asintió con la cabeza y entonces el menor estiró una manta en el suelo a la sombra de un árbol. Los dos se sentaron y comenzaron a sacar aperitivos de una cesta que llevaba Will.
—¿Qué te apetece probar primero?— Preguntó William un poco nervioso.
—¿Qué pregunta es esa? ¡Obviamente, las fresas!— Dijo Ricky emocionado.
—Creo que se han enfriado…—
(Sí, Ricky tenía un gusto peculiar, le gustaba calentar las fresas al microondas, pero eso era otro tema.)
—Bueno, también hay sandía si prefieres…— Sugirió Will de nuevo.
—¿Has traído sal?— Preguntó el menor.
—¿Sal? Dios mío, Ricky, no me digas que le pones sal a la sandía…—
—¿Tú no lo haces?—
—No puedo con tus gustos, son demasiado raros.— Dijo Will riendo.
—Pero tú no eres raro. —Dijo Ricky mandándole una indirecta muy directa. —Yo diría que más bien eres especial.—
Will se quedó un momento procesando lo que acababa de escuchar. Ricky siempre le hacía sentir así, especial.
—Esto… Mejor comamos, tengo hambre.— Dijo Will para cambiar de tema. —¿Sabes? Ahora me comería un buen helado de menta con chocolate…—
—¡Y luego soy yo el de los gustos raros!— Exclamó el menor. —Bueno, si quieres podemos conseguir ese helado.—
—No hay ninguna heladería cerca, tonto.— Resopló Will negando con la cabeza.
—Iría hasta el fin del mundo a buscar ese helado si lo deseas.—
Will volvió a reír feliz.
—¿Por qué siempre eres así conmigo?—
—¿Así cómo?— Respondió Ricky fingiendo no saber a qué se refería.
Will simplemente le hizo burla.
—¡Pero dímelo! ¿Así cómo?— Insistió el menor.
Al ver que Will no le respondía le empezó a hacer cosquillas.
—¡Espera, espera!— Dijo riendo.
—Entonces habla.—
Los dos se incorporaron un poco y se sentaron cómodamente en la manta. Se pusieron un poco serios y Will empezó diciendo:
—Siempre eres tan bueno conmigo…—
—Ya te lo dije, es porque me gustas.— Soltó Ricky directamente, cosa que Will no se esperaba. —Lo digo en serio, de verdad me gust- —
No pudo acabar la frase, ya que Will se adelantó y juntó sus labios con los de él. Por fin se había atrevido a dar el primer paso.
Ambos estaban bastante nerviosos, cuando se separaron se quedaron un poco avergonzados y no sabían qué decir.
—Y-yo…— Empezó diciendo Ricky. —¿Eso significa que… también te gusto?—
—Claro que me gustas, tonto. Me gustas desde hace un tiempo…— Respondió Will casi llorando de la emoción.
Ricky le abrazó alegré.
—¿Entonces quieres que seamos…?— Empezó a decir el menor.
—¿Novios?— Preguntó Will como si le diera un poco de miedo la palabra.
Ricky sonrió y asintió con la cabeza enérgicamente.

Los dos volvieron a abrazarse tiernamente y Ricky le dio un beso en la mejilla.

(Fin del flashback)

—¡Aww, qué bonito!— Dije después de escuchar su relato.
Will estaba llorando de la emoción, así que lo abracé mientras se secaba las lágrimas.
—¡A ver cuando te declaras tú, que ya estás tardando!— Me dijo.
—¡Shh, baja la voz!—
—¿Qué pasa? Es verdad.— Dijo él a la defensiva.
—¡Sí, lo haré cuando encuentre el momento ideal, pero cállate que te va a escuchar alguien!—
—¿Qué van a escuchar?— Dijo Jay apareciendo de la nada.
«Siempre tan oportuno él.» Pensé.
Will me miró MUY disimuladamente (espóiler: no) levantando las cejas como diciendo “ahí tienes, tu momento ideal”.
—¿Estás ocupado esta noche?— Me preguntó Jay.
—Estoy de vacaciones, por si no te has dado cuenta.—
William me dio un codazo para que fuera menos sarcástico, pero no podía evitarlo, cuando me ponía nervioso solía recurrir a la ironía.
—No, no tengo nada que hacer… Excepto cenar y dormir.— Respondí finalmente.
—¡Perfecto, podemos cenar por el camino, ven conmigo!— Dijo Jay mientras me agarraba de la mano y me llevaba con él.
—¿Pero a dónde vamos ahora?— Pregunté rápidamente.
Will me volvió a echar una de sus miradas mientras nos alejábamos.
«¡Sí, vale, ya lo he entendido!»