• Capítulo 24

296 28 0
                                    

—Buenos días, gatito.—
Entreabrí los ojos y vi a Jay abrazándome. No me acordaba de cuando me había quedado dormido, pero anoche no regresé a mi habitación.
—¿Gatito? ¿Qué apodo es ese?— Me quejé.
Jay se rio burlonamente y luego contestó:
—Bueno, ya que no puedo tener un gatito de verdad tú serás mi gatito, ¿Vale?— Sonrió de lado mientras acariciaba mi cabeza.
Yo me escondí entre las sábanas para que no se diera cuenta de que me había puesto rojo como un tomate.
—Deberíamos ir a desayunar, ¿No crees?— Preguntó él.
«Tiene razón, ya con suficiente suerte nadie nos ha descubierto, será mejor que no levantemos más sospechas.» Salí de la cama y luego me acordé de que no llevaba nada puesto. Jay levantó una ceja después de ver mi expresión.
—¿Ahora te da vergüenza? Porque anoche no parecías tan tímido…—
Agarré la primera almohada que pillé y se la tiré a la cara.

Cuando nos hubimos vestido fuimos juntos al comedor e incluso me preguntó para comer con él, pero en seguida vino Will y me secuestró (literalmente).
—Buenos días, Jay, te lo robo.— Dijo mientras me arrastraba hacia otra dirección.
—¡Mañana desayuno contigo!— Grité antes de estar demasiado lejos.
—No estabas en tu habitación esta mañana.— Me dijo William.
—¿Qué? Claro que sí…— Lo miré a los ojos y me di cuenta de que no le podía mentir.
—Estabas con Jay, ¿Cierto?— Dijo entre risas.
Suspiré para luego responder:
—Habla más bajo.—
—¿Entonces es verdad?—
Al ver que no le contestaba cambió de tema.
—Bueno, ya tenemos planes para esta tarde.— Anunció emocionado.
«¿Como no?»

···

—Hace mucho que no voy a la pista de hielo.— Dijo Jack emocionado.
Estábamos de camino, Terry iba conduciendo, siempre se ofrecía para llevarnos.
—También hace mucho que no patino, probablemente me caeré…— Intervine preocupado.
—No seas pesimista, seguro que no se te da tan mal.— Me tranquilizó William.
Nos quedamos un rato en silencio hasta que Jack habló:
—Terry, ¿Al final qué te han dicho por lo de la pelea de ayer?—
—Pues los profesores no se han enterado, si no ya me hubieran expulsado.— Respondió.
—Es que no tenías que defenderme, ¡Me da igual lo que diga Steve!— Exclamó Will.
—Bueno, aunque su opinión no importa, no puedo dejar que vaya insultando a mis amigos.—
—He escuchado por ahí que te llamó gordo, ¿No?— Pregunté, y Will bajó la mirada. —Eh, que sepas que no lo estás, y aunque así fuera no es motivo de burla… Pero que no se te pase por la cabeza que ese imbécil tiene razón.—
William me tomó de la mano en gesto de gratitud y me sonrió.
—Por cierto, mañana van a venir los chicos a mi habitación.— Dijo Jack volviendo a cambiar de tema. —Me gustaría que vinierais también, jugaremos como la otra vez.—
—Está bien, de todas formas no tenemos nada que hacer mañana, ¿No?— Dijo Will mirándome.
—Ahí estaremos.— Afirmé.
—Yo no podré ir, me tengo que quedar estudiando para un examen…— Terry se lamentó.
—¿Otra vez dejándolo todo para última hora?— Preguntó Jack.
Terry lo miró desafiante y luego le hizo burla.

Cuando llegamos a la pista de hielo me sorprendió lo que veían mis ojos. «¿Ese es Benjamín?» Pensé.
—¿Qué hace aquí?— Preguntó Will.
«Definitivamente es él.» Jack lo saludó con la mano. Nos acercamos a la valla y lo vimos de más cerca.
—Wow, siempre me impresionará tanto como la primera vez que lo vi.— Dijo Terry.
—Parece un príncipe patinando con tanta elegancia…— Mencionó Will observándolo. Me dio la sensación de que estaba pensando en voz alta, pero no lo culpo, la verdad es que tenía razón.
No esperaba que Benjamín supiera hacer algo más aparte de estar molestando todo el día, pero al parecer hasta tenia el apodo de "príncipe del hielo”, de lo bien que se le daba el patinaje artístico.
—No lo elogiéis demasiado, se lo tiene muy creído.— Ricky apareció de la nada, por lo que nos asustó bastante.
—H-hola- — Dijo William, pero lo interrumpí.
—Oye, ¿Has venido con Benjamín?—
—Sí, también con Ethan y Jay, están poniéndose los patines. — Respondió. —¿Vosotros estáis aquí para patinar?—
—¿Para qué vendríamos si no?— Preguntó Will frunciendo el ceño.
Pero Ricky lo ignoró.
—Pues observadme y aprended.— Dijo orgullosamente.
—¿De ti?— Volvió a comentar Will.
Ricky se dirigió a la pista y nada más tocar el hielo se cayó de cabeza.
William empezó a partirse de la risa. Jack, en cambio, siguió a Ricky y le pasó exactamente lo mismo.
—Vaya par…— Dijo Terry moviendo la cabeza.
—Bueno, vamos a ponernos los patines.— Le dije a Will.
Cuando volvimos me fijé en que todos estaban en la pista patinando menos Jay. Este me saludó con una sonrisa en el rostro en el momento en que pasé por su lado.
—¡Vamos Jungwon, atrápame!— Soltó Will de repente mientras empezaba a patinar.
Yo lo perseguí y nos pasamos el resto del tiempo jugando. No voy a negar que todo el rato se me desviaba la mirada en dirección a Jay. Ahora se encontraba hablando con Ricky, parecía estar animándolo. Entonces el menor miró hacia nosotros y se acercó a Will.
—Oye, te quería preguntar si quieres patinar conmigo…— Dijo Ricky.
Parecía un poco avergonzado, incluso me pareció tierno.
—¿Estás seguro de que no te vas a volver a caer?— Dijo Will molestándolo en broma.
Ricky le dio un pequeño empujón mientras sonreía bobamente.
—Venga, será divertido.— Dijo antes de tomarle la mano y obligarlo a ir con él.
«¿Soy yo o parece que a Ricky le…? No, no puede ser.» Me volví a fijar en Jay, que ahora se encontraba solo, y fui con él para hacerle compañía.
—¿Qué haces aquí?— Preguntó.
—Soy yo el que debería preguntar eso. ¿Por qué no estás patinando? Llevas puestos los patines, pero sigues ahí parado…—
—Bueno, es que no se me da muy bien patinar.— Respondió él un poco serio.
—No me digas que te da miedo…—
—¡Oye! No, no me da miedo.—
—Entonces patina conmigo.— Le propuse.
Sabía que no rechazaría mi oferta. Le ayudé a mantenerse en pie y no perder el equilibrio.
—Lo estás haciendo bien, pero trata de deslizar los pies y no levantarlos.— Comenté viendo como parecía imitar la manera de andar de un pingüino.
Entonces empezamos a patinar juntos y nos lo estábamos pasando en grande hasta que me resbalé y estuve a punto de comer granizado de suelo. Jay me agarró rápidamente de la cintura y me acercó a él. Podríamos habernos caído los dos, pero no pareció importarle. A pesar de las bajas temperaturas de la sala notaba mi cuerpo ardiendo y veía en la expresión de Jay que no era el único que se sentía así. Pocos centímetros nos distanciaban, pero no me di cuenta de que estábamos demasiado cerca hasta que Terry apareció diciendo:
—¿Estáis bien? Parece que os habéis congelado…—
—Eh, sí, sí.— Dije separándome un poco de Jay. —Estamos perfectamente.—
Terry y él mantuvieron una extraña discusión de miradas. Por un momento pensé que sospechaba algo. «¿Si yo le he contado a Will sobre Jay, cabe la posibilidad de que él le haya hablado de mí a su amigo?» Pensé. «No creo… ¿Por qué iba a hacerlo? Además, quedamos en que esto quedaría entre nosotros.» Para qué la situación no se hiciera más incómoda traté de cambiar de tema:
—Bueno… Será mejor que salgamos ya, se está haciendo tarde.—
—Cierto, ahora aviso a los demás.— Respondió Jay, y luego se fue y me dejó solo con Terry.

Este me miró con una expresión indescifrable.
—Jungwon, sé nota que hay algo entre vosotros… Pero no sé exactamente el qué.— Dijo al final.
No le respondí, ya que no sabía si realmente le parecía algo bueno o malo. Terry vio el miedo en mi cara y enseguida suavizó su expresión y me sonrió.
—Tranquilo, me parece perfecto lo que sea que hagáis.— Añadió.
Yo estaba un poco avergonzado, pero me alegraba lo que había dicho, sabía que podía confiar en él.
—Me gustaría advertirte de algo, aunque tal vez ya te hayas dado cuenta.— Dijo.
—Oh, dime.—
—A veces Jay puede parecer terco, estúpido, como quieras llamarle, pero realmente es un amor de persona y tiene un gran corazón.
—Vaya, todos me dicen lo mismo…— Dije sorprendido.
—Bueno, si alguna vez hace o dice algo que no te gusta solo ten paciencia con él y también ponlo en su lugar de vez en cuando, que no dudo de que es lo que has estado haciendo hasta ahora…—
—Lo tengo todo controlado.— Le guiñé un ojo bromeando.
—Cuida bien de Jay.— Respondió sonriendo y revolviéndome el pelo.
—Sí, pero no lo digas como si estuviera saliendo con él, solo somos amigos…—
—¿Estás seguro? Bueno, eso no es de mi incumbencia al fin y al cabo… Pero, por si no te habías dado cuenta, él solo va detrás de ti.—
Me sonrojé y Terry pareció notarlo, ya que luego dijo:
—Y al parecer a ti también te gusta.—
—De todos modos no somos novios.—
—Bueno, yo solo digo que haríais buena pareja… Y si lo que te preocupa es lo que digan los demás no le des demasiada importancia, es mejor seguir tus sentimientos.—
—¿Desde cuándo eres mi consejero?— Bromeé.
—¡Solo trato de ayudarte!— Replicó.
—Perdón, perdón.— Me reí.
—Como iba diciendo… Solo sé sincero contigo mismo.—
—¿Qué quieres decir?—
Jay apareció de repente, por lo que los dos nos sobresaltamos.
—Chicos, nos tenemos que ir.—
—Cierto, ahora vamos.— Respondió Terry.
Luego me volvió a mirar y me recordó:
—No olvides lo que te he dicho, solo acéptalo.—
«¿“Acéptalo"? ¿A qué se refiere? ¿A mis sentimientos por Jay?» Me quedé pensando. «Aunque él me gustase no podríamos ser algo más. Creo que Jay está bien con lo que somos ahora, si le propongo algo diferente… Tengo miedo de que no sienta lo mismo.»
Jay se me quedó mirando y finalmente me tomó de la mano para que saliera de la pista.
«“Solo va detrás de ti.” » Resonaba en bucle dentro de mi cabeza. «Ojalá tenga razón.»

𝐈𝐭'𝐬 𝐎𝐮𝐫 𝐒𝐞𝐜𝐫𝐞𝐭 ▪︎ Jᴀʏᴡᴏɴ Where stories live. Discover now