𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜 𝑢𝑛𝑜

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𝐚𝐜𝐭 𝟏 - 𝐦𝐞𝐠𝐚𝐧, 𝐰𝐚𝐤𝐞 𝐮𝐩.

Cómo cualquier otro día me levanté sin muchas ganas, anhelando poder regresar a mi cama y permanecer ahí por toda la vida, quizá muriendo lentamente. El frío de Bristol acariciaba mi cuerpo y los escalofríos respondían ante ello todas las mañanas como protesta de que debería usar otro tipo de ropa al dormir y no solo camisones. También me dolía la cabeza, diría que de tanto pensar pero está vez era por las pastillas para dormir que acostumbraba tomar a eso de las nueve y punto, aunque se supone que las pastillas no deberían generarte dolor de cabeza.

Mi mente estaba nublada aún sin ningún pensamiento que me abrumara lo suficiente para querer morir. Me paré frente al espejo de mi baño, no solo quería morir mentalmente también físicamente, me veía tan fatal que cualquier persona me odiaría aún si mis intenciones fueran las más buenas.

Tocó la puerta dos veces y abrió ─── ¿Megan? ¿Estás despierta? - Preguntó mientras se asomaba a pasos. ─── Tienes una llamada de Kayleigh. - Respondió mi madre en busca de una respuesta mía y agitó el teléfono.

─── Ya voy. - Respondí con pesadez.
Desearía no estar recibiendo esa llamada en ese preciso momento. Me dirigí al marco de la puerta donde estaba mi madre y tomé el teléfono a regañadientes, me miró de pies a cabeza con extrañez.

─── ¿Megan dormiste bien? - Preguntó en un casi susurro, intentando que su pregunta no se escuchara al otro lado del teléfono. 

Indique que si con la cabeza, aunque eso fuera mentira. Tomé el teléfono y lo puse en mi oreja, la desesperada y energética voz de Kayleigh sonó. ─── Megan, ¿por qué contestas tan temprano? - Preguntó irónica.

─── Por dios, son las siete y todo el mundo duerme ¿que sucede? - Respondí sin ganas.

─── Lo has olvidado, ¿verdad? - Dijo firme. ─── Eres un maldito chiste, blood.

───¿Teníamos cita hoy? - Pregunté asustada.

─── ¡Por dios!
──¡Kayleigh y Steve!, ¿no lo recuerdas?

Reí aliviada─── Si claro, ¿eso? - Respondí sin mucho interés.

─── Megan, ¡Es el día más importante de mi vida! - Ofendida me gritó y finalmente colgó el teléfono.

Reí al recordar la estúpida razón por la cual se casarían. "Demonios" dije a mis adentros.

Aún faltaban pocas horas para que de una vez por todas el susodicho de Steve contrajera matrimonio con Kayleigh, era realmente estúpido en todos los sentidos porque el ni siquiera iba estar presente por estar cumpliendo libertad condicional y es en estos momentos en los que me arrepiento de conseguir amistades tan deprimentes.
Siempre me preguntó por qué Kayleigh tiene que fijarse en los hombres más estúpidos de Bristol teniendo el mundo a sus pies.

(..)

Más tarde, una joven morena y con pelo castaño buscaba con la mirada a alguna chica rubia y pálida en aquella parada de autobuses, estaban llegando tarde a la fiesta de compromiso y si no llegaban en menos de una hora el famoso Johnny White le arrancaría la cabeza a ambas.

Se dispuso a salir del auto y cuando tocó la puerta, una joven agitada llegó.

─── ¿A dónde vas? Estoy aquí. - Dijo mientras se subía al convertible.

𝐖𝐀𝐊𝐄 𝐔𝐏 | 𝑠𝑘𝑖𝑛𝑠, 𝑗𝑎𝑚𝑒𝑠 𝑐𝑜𝑜𝑘.Where stories live. Discover now