10. De lo que soy capaz

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Gojo les comunicó a Takashi y a Maki que tenía una misión para ellos al día siguiente, una tarea simple que involucraba enfrentar una maldición de grado 3.

Takashi, con su actitud arrogante, levantó una ceja y preguntó: "¿En serio necesitamos trabajar juntos en esto? Podría manejarlo solo, ¿sabes?"

Maki suspiró con exasperación y respondió: "Takashi, es una misión de bajo rango. No es necesario demostrar nada aquí."

La tensión en el aire era palpable mientras Gojo intentaba calmar las aguas. Les explicó que trabajar juntos sería una experiencia beneficiosa y mejoraría su coordinación. Takashi aceptó a regañadientes, pero no sin soltar un comentario sarcástico.

La incomodidad persistía mientras se preparaban para la misión, conscientes de que tendrían que dejar de lado sus diferencias por el bien del trabajo en equipo.

Maki, Takashi e Ijichi se dirigen hacia la misión en el auto.

El viaje continúa en un incómodo silencio, con Maki y Takashi sentados en el asiento trasero. Ambos están concentrados en mirar por la ventana, evitando hacer contacto visual o conversar más de lo necesario.

Ijichi, sintiendo la tensión en el aire, decide intervenir para aliviar la incomodidad. "Chicos, sé que las cosas pueden ser complicadas a veces, pero trabajar juntos como equipo es esencial. Tratemos de dejar de lado cualquier distracción y centrémonos en nuestra misión".

Maki y Takashi asienten en silencio, sin decir una palabra. A pesar de sus esfuerzos por concentrarse en la misión, no pueden evitar sentir que hay asuntos no resueltos entre ellos que siguen pesando en sus pensamientos.

La fábrica abandonada se extiende ante ellos, envuelta en una atmósfera de desolación. Maki y Takashi avanzan con cautela, sus sentidos agudizados por la presencia de la maldición grado 3 que deben enfrentar. Cada paso que dan parece resonar en el silencio inquietante del lugar.

El velo de Ijichi se levanta, ocultando la escena ante los jóvenes hechiceros. La fábrica parece aún más ominosa a la luz tenue de sus linternas, con pasillos oscuros y maquinaria oxidada que crea sombras inquietantes en las paredes.

"Estamos cerca del objetivo", murmura Maki mientras señala hacia una puerta doble de acero que conduce a una sala más grande. La puerta está entreabierta, y se puede escuchar un murmullo inusual desde el interior.

Maki y Takashi intercambian una mirada antes de prepararse para enfrentar lo que sea que les aguarde al otro lado de esa puerta. Con sigilo, avanzan hacia la entrada, listos para confrontar a la maldición que acecha en las sombras.

La sala a la que Maki y Takashi se enfrentan se extiende en una vastedad ominosa. La débil luz de sus linternas apenas rasga la oscuridad que se cierne sobre ellos. Los murmullos se intensifican a medida que avanzan, como si las sombras mismas estuvieran susurrando sus secretos.

Cautelosos, cada uno de sus movimientos se siente como una danza delicada y medida en medio de un escenario oscuro. Cada sonido es una nota que resuena en el silencio incómodo, y cada paso sobre el suelo de concreto es como un tamborileo que se propaga.

En la penumbra, una figura distorsionada empieza a tomar forma. La maldición grado 3 se revela, grotesca y retorcida. Su apariencia es una pesadilla hecha realidad, una amalgama de formas desgarradas y una sonrisa siniestra que desafía la lógica.

El enfrentamiento comienza con una explosión de acción. El sonido estruendoso de hechizos chocando contra la maldición resuena en la sala, una sinfonía de choques mágicos y destellos que rompen la quietud. Cada movimiento de Takashi y Maki es una danza de destrezas, sus cuerpos parecen flotar en el aire mientras esquivan ataques y lanzan contraataques con precisión mortal.

El Hechicero Pugilista (Oc X Jujutsu Kaisen)Where stories live. Discover now