El Hechicero Pugilista (Oc X Jujutsu Kaisen)

3. El relámpago vs Zenin

Takashi continuaba su rutina de carrera matutina en el bosque, el sol se elevaba lentamente en el horizonte mientras sus pensamientos giraban en torno a Maki. Había pasado algún tiempo desde que intercambiaron números, pero sus mensajes seguían sin obtener respuesta. Takashi, decidido a conquistar el corazón de Maki, continuaba enviando sus mensajes y fotos, aunque en su mayoría eran ignorados. La persistencia no era ajena a él, pero la situación comenzaba a preocuparle.

En este particular viernes, Takashi había decidido alejarse de la ciudad y sumergirse en la naturaleza del bosque japonés. Vestía su sudadera gris y pantalones negros mientras corría con determinación, con la esperanza de liberar su mente y aclarar sus pensamientos sobre Maki. Sabía que si quería ser digno de su atención, debía ser el campeón no solo en el ring, sino también en su vida personal.

La música en sus auriculares lo impulsaba, pero su tranquilidad se vio repentinamente perturbada por la presencia de un joven desconocido en la distancia. Takashi redujo su ritmo pero continuó corriendo, sin saber qué esperar. Cuando finalmente se encontraron, Takashi asintió con una breve inclinación de cabeza, aunque algo en el aire le decía que este encuentro no sería amistoso.

El joven desconocido, que se identificó como Naoya Zenin, sonrió con un aire de superioridad. La expresión de Naoya no pasó desapercibida para Takashi, quien sintió que había algo más en juego en esta reunión.

"Naoya Zenin", repitió Takashi, con una mezcla de curiosidad y cautela en su voz. "No estoy seguro de conocerte, ¿debería?"

Naoya asintió con un aire de arrogancia calculada. "No deberías, pero eso no importa. Lo que importa es lo que tienes y lo que representas."

Las palabras de Naoya dejaron a Takashi perplejo. ¿Qué quería decir este extraño con "lo que tienes"? Takashi había luchado duro para ganarse su fama y respeto como boxeador, pero de alguna manera, sentía que Naoya se refería a algo más profundo.

"¿Y qué es lo que represento?" Preguntó Takashi, sus ojos azules fijos en el misterioso joven.

Naoya sonrió de manera condescendiente. "Representas una amenaza, Hiro Takashi. Una amenaza para la pureza de nuestra familia."

Takashi frunció el ceño, cada vez más confundido. "¿Pureza de tu familia? ¿De qué estás hablando?"

Naoya dio un paso adelante, la arrogancia ahora desbordaba de él. "No puedes engañarme, Takashi. He investigado lo suficiente como para saber que te has involucrado con Maki Zenin, la deshonra de nuestra familia. No podemos permitir que un extraño, sin energía maldita y completamente ajeno a nuestro mundo, se acerque a ella."

Takashi negó con la cabeza, aunque su corazón latía con fuerza. "No estamos saliendo, Naoya, pero sí me gustaría. Pero eso no significa que tengas derecho a decidir por Maki. Ella puede tomar sus propias decisiones."

Naoya se mantuvo firme en su postura, sin ceder ni un centímetro. "Eso es lo que veremos. Estoy aquí para proteger el honor de nuestra familia y evitar que Maki siga por el camino de la deshonra."

El bosque se llenó de tensión mientras Takashi y Naoya se enfrentaban, palabras afiladas como cuchillos en el aire. Naoya estaba decidido a proteger la "pureza" de la familia Zenin, mientras que Takashi no iba a permitir que nadie decidiera por Maki.

Naoya continuó con su discurso despreciativo hacia Maki, llamándola "una mujer que no conoce su lugar" y acusándola de manchar el nombre de la familia Zenin al relacionarse con alguien sin energía maldita. Takashi, sin embargo, no se dejó intimidar y respondió con una sonrisa cargada de arrogancia.

"Energía maldita", repetía Takashi, burlándose. "¿Estás en alguna especie de secta loca?"

Naoya mantuvo su sonrisa, sin perder la compostura. "No tiene sentido que te explique, porque morirás", respondió con frialdad.