Audiciones para ser la señora Valdez |Leo Valdez y tú|

Capítulo 8. "Confesiones mentales"

- Gira a la izquiera. Ahora a la derecha, ¡Frena!-

La hija de Hades sonrió de costado al ver como la pequeña máquina funcionaba perfectamente, todo en excelente estado. Leo se quitó el antifaz color azul oscuro de los ojos, guardándolo en su cinturón de herramientas.

Su mirada cayó en la chica que a su lado.

Ella tenía en la mano una pequeña libreta rayada con algunos apuntes y un lapicero de punta fina negra en la otra. Le entregó la libreta al hijo de Hefesto, mostrándole la serie de garabatos y números que él le había pedido que anotara.

- Gracias. Ahora hay que ver si debemos calibrar el auto o si alguna dirección no funciona bien- Dijo Leo.

La chica se agachó para tomar el auto entre sus manos, observándolo con ojo analítico antes de negar con la cabeza viendo al chico rizado.

- Esta perfecto así- Aceptó _______- Además, admite que la decoración quedó genial-

El rizado dirigió su mirada al carrito con una sonrisa. Estaba pintado de un intenso color negro, con algunos dibujos de huesos en la parte baja del carro en color gris y blanco, además de unas llamas que parecían consumir los mismos. Esa pequeña maquina tenía el sello de Hades se viese de donde se viese.

- Tienes razón. Te quedó estupendo- Asintió.

Ella sonrió grandemente ante el cumplido. Sin duda se estaba divirtiendo como no lo había hecho con alguien que no fuese Nico, o su madre, Jeanne.

Al observar la hora en el reloj sus ojos se abrieron al tope. '7:15' ¿Cómo había pasado el tiempo tan rápido? Nico se enfadaría con ella.

- Leo, debo irme- Informó la chica con una mueca.- Es hora de la cena. Nico va a asesinarme-

Ya le había gustado demasiado estar en ese lugar, en compañía de Festo y, sobre todo, en compañía de Leo.

- ¿Qué? ¿Tan rápido?- Se sorprendió el hijo de Hefesto. Se limpió las manos en una manta gris que tenía a su lado y guardó su cinturón de herramientas, arreglando a su vez un poco su desordenado cabello color chocolate.- Bien, vamos. Si Nico va a asesinarte, prometo morir contigo mi bella señorita-

_______ rió ante el adorable gesto sobreprotector de Leo.

- Genial. El gran Leo Valdez, además de guapo e inteligente también es valiente- La hija de Hades se sonrojó al notar lo que había dicho. Reconocía haberlo pensado, pero su boca parecía haber querido hacerlo público.

La sonrisa del chico se ensanchó aún más.

- Así que guapo ¿Eh?- Él pasó una de sus manos por sus hombros, tocando su cabello con su mano disponible.

Ella rodó los ojos.

- Oh, vamos. Es algo normal. No creo que sea la primera vez que te lo digan- Se quejó ella, todavía sonrojada.

Él negó con la cabeza, divertido.

- Puede que no. Pero es más satisfactorio escucharlo de tu parte- Antes de darle tiempo de contestar, él se aclaró la garganta para seguir hablando. -Bien, mejor nos apuramos antes de que la cena acabe. Estas confesiones me han dejado hambriento-

Leo cerró el búnker 9 para tomar rumbo al pabellón, junto a la acalorada y nerviosa hija de Hades.

[...]

- Por todos los dioses, ¿Dónde te habías metido? -Nico corrió al verla entrar al pabellón.

Llevaba el cabello más desordenado de lo usual, el rostro más pálido y preocupado de lo que acostumbraba. Y su ceño estaba fruncido.