Luchador de clase oro

Capítulo 61: Dentro de veinte años

Yang Lei sabía que si fuera Jiu Ge, Lao Liang, Er Hei o cualquiera de los hermanos de por vida de Fang Yu, él haría lo mismo. Pero también sabía que Fang Yu no quería que se sintiera culpable ni que sintiera que se lo debía.

¿Era Yang Lei alguien que podía dejar que Fang Yu fuera cortado por nada? ¿No se vengaría?

Aunque Yang Lei no dijo nada delante de Fang Yu, Fang Yu conocía demasiado bien a Yang Lei. Yang Lei definitivamente se vengaría.

—¡No te atormentes! —le advirtió Fang Yu a Yang Lei.

—Yan Ge dijo que te haría justicia en este asunto. No interfieras. Yo tracé el camino y seguí las reglas. No puedes buscar venganza. ¡Conoces las reglas!

Fang Yu temía que Yang Lei buscara impulsivamente a Huang Gou-zi para crear problemas. Con la personalidad de Yang Lei, definitivamente no sería capaz de aguantarse.

—¡¿Entonces tu brazo fue apuñalado por nada?! —preguntó de nuevo Yang Lei.

—¡Esos son dos asuntos diferentes! Si vas y provocas a Huang Gou-zi, y la gente de Ciudad Lu viene de nuevo a pelear contigo, ¿podrá acabar este asunto?

En realidad, este tipo de vendetta entre el hampa era, para empezar, un ciclo de venganza. Todos sabían que si se vengaban así, sin duda no habría fin, pero aun así tenían que hacerlo. Esto era Jianghu. Antes, Fang Yu también había hecho esto. Definitivamente se vengaría y restauraría la justicia. Si no luchara hasta que uno de los bandos fuera completamente derrotado y quedara tendido, entonces no se consideraría terminado. En aquellos tiempos, no tenía preocupaciones. Era intrépido e invencible.

Pero ahora, Fang Yu no estaba dispuesto a prolongar este asunto.

Yan Ziyi le advirtió a Yang Lei que debía dejarle resolver personalmente este asunto.

—Si mi hermano es secuestrado y mi hermano tiene que luchar por sí mismo, ¿todavía tengo que estar por aquí como jefe? —le preguntó Yan Ziyi a Yang Lei.

Pero si Yang Lei podía dejar que Fang Yu fuera apuñalado dos veces por nada, entonces ese no sería Yang Lei.

Pero antes de que Yang Lei pudiera hacer un movimiento, Huang Gou-zi ya se había metido en problemas.

Huang Gou-zi estaba bien, pero aprendió una pequeña lección. Fue extraño que más tarde no se oyera que Huang Gou-zi hiciera ninguna fanfarria para buscar venganza.

No se sabía qué información poseía alguien sobre él. Huang Gou-zi tendía emboscadas habitualmente, y de hecho se las había tendido a mucha gente. Ahora, al oír que se habían encargado de Huang Gou-zi, todos estaban bastante contentos. Hubo gente que dijo que fue Yan Ziyi quien llevó a su gente a vengar a su subordinado. También había gente que decía que fue Fang Yu quien vengó el secuestro de su hermano. Incluso hubo gente que dijo que Dong Ge y Huang Gou-zi se pelearon. Por supuesto, también había quien decía que había sido otro enemigo. Había todo tipo de especulaciones, pero nadie tenía pruebas. Hang Gou-zi había ofendido a mucha gente. Caería tarde o temprano, así que más adelante, nadie discutió este asunto.

Yang Lei le había preguntado tanto a Yan Ziyi como a Fang Yu. Nadie le respondió.

En el hampa, se hacían muchas cosas no sólo por justicia, sino también para que la gente de la calle las viera, se asustara, y así se evitara que volvieran a ocurrir cosas similares. Por lo tanto, después de este asunto, la gente de las calles de Jianghai hizo dos observaciones: En primer lugar, no tocar a la gente de Yan Ziyi. Quien los tocara no tendría una buena vida; en segundo lugar, no tocar a los hermanos de por vida de Fang Yu. Quien los tocara tampoco tendría una buena vida.