Capítulo 1: Camisa de vestir blanca

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Finales de los ochenta y principios de los noventa del siglo pasado. Esta fue una época agitada pero inocente.

En la ciudad de Jianghai, de gente dura y valiente, casi todos los meses se producían peleas callejeras e incidentes que provocaban heridas graves. Gánsteres grandes y pequeños se repartían por las cuatro esquinas de la ciudad, con sus respectivas esferas de influencia, dominando cada uno una región. Los chicos de dieciocho y diecinueve años que querían hacerse famosos deambulaban todo el día por las calles y callejones, ocultando en sus personas tubos de acero, grandes cuchillas, machetes y cuchillos para sandía. Sólo querían conocer a un matón famoso o a un jefe de Jianghu y luego derribar temerariamente al otro de una puñalada. Así se harían famosos de la noche a la mañana, convirtiéndose en un jefe admirado por decenas de miles de personas.

[Esta historia tiene lugar en Jianghu, en la ciudad de Jianghai. | Tubo de acero: específicamente los tubos de las horquillas que se utilizan en motos y bicicletas. | Jefe y otros términos se explican en una n/t.]

Así pues, en las calles de Jianghai en aquella época, se podían ver a menudo grupos de matones de poca monta, alborotando por todas partes, peleándose sin cuidado, golpeando violentamente en cuanto había un desacuerdo; eran arrogantes y dominantes en las calles, pavoneándose por toda la ciudad.

Sin embargo, estos matones de poca monta no hacían más que perder el tiempo, sin siquiera rozar el hampa. No eran más que un puñado de jóvenes entusiastas e ignorantes que no peleaban tanto por sus habilidades como por su número. Si se cruzaban con un grupo fácil, los intimidaban hasta la muerte; si realmente se cruzaban con un grupo duro, sus pies se debilitaban y se rendían fácilmente, dispersándose a la orden. Eran muy pocos los que realmente podían conseguir algo luchando, y menos aún convertirse en el centro de algo. Así que los verdaderos gánsteres de Jianghu desdeñaban luchar contra este tipo de gente.

[Hampa: nota al final.]

Por supuesto, también había excepciones.

Yang Lei era la excepción.

La primera vez que «Yan Ziyi» vio a Yang Lei fue en el club nocturno Zheng Da, en el Club de Soldados. El Club de Soldados era la zona de ocio central de la parte norte de la ciudad de Jianghai en aquella época, con pista de hielo, salón arcade, sala de billar y sala de cine en su interior. El club nocturno Zheng Da fue el primero de Jianghai en abrir en aquella época. El negocio iba viento en popa y era un lugar de reunión para la gente de Jianghai. Cada pocas noches, casi siempre había peleas campales. En el medio año transcurrido desde la apertura de Zheng Da, ya se había producido una muerte y había aumentado el número de peleas violentas con heridos graves.

«Yan Ziyi» era, en aquella época en Jianghai, el jefe más poderoso de Jianghu. Yan Ziyi rondaba la treintena, era poco atractivo y ya había sido un famoso gran gánster de Jianghai a principios de la década de 1980, estableciendo su estatus sobre Jianghu tras innumerables y encarnizadas batallas, pasando después cuatro años en la cárcel por sus hermanos. Tras salir, su fuerza era como el cielo, su poder como el sol en pleno día.

Este Yan Ziyi estaba ahora sentado en el segundo piso del club nocturno Zheng Da, mirando hacia abajo. Yan Ziyi era una persona bastante discreta. En su camino desde la entrada hasta el piso de arriba, había gente que lo llamaba respetuosamente «Yan Ge» durante todo el trayecto. Él asentía, sonriendo de vez en cuando a algunos, y esas personas se sentían honradas. Yan Ziyi vino hoy para divertirse, así que mantuvo un perfil bajo; los que no lo vieron ni siquiera sabían que el mayor jefe de toda la ciudad estaba ahora en el segundo piso del club nocturno.

Justo cuando los de abajo bailaban a sus anchas, hubo gente armando jaleo. Una persona gorda como un melón de invierno estaba tirando de una chica joven y guapa.

Luchador de clase oroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora