Adiós, princesa

58 3 10
                                    

Brack se despertó a la mañana siguiente, agotado, por lo de la noche anterior.

Una vez abrió los ojos del todo, su mirada se posó en Bryn. Se veía muy tierna durmiendo, casi como un ángel.

Él comenzó a acariciar lentamente su cabello, tenía algún tipo de manía con eso. Bryn parecía tener un sueño profundo.

Brack agarró su móvil para mirar la hora. Se fijó en que eran las 11:00 de la mañana, también se fijó en que tenía varias llamadas perdidas de Yuna, de unas horas antes.

Eso lo alarmó, Yuna no solía llamarlo tantas veces seguidas, y sabía que si ella quisiera molestarlo hubiera ido a la casa con la copia que tenía de la llave.

Apartó a Bryn con cuidado y comenzó a vestirse rápidamente. Luego agarró su móvil y se fue a la cocina para no despertarla. Acto seguido llamó a Yuna.

Brack esperaba impaciente a que Yuna contestase, sabía de sobra que había pasado algo.

Después de unos segundos, Yuna contestó.

—Hasta que por fin contestas —suspiró él.

—Eso debería decirlo yo, te estuve llamando antes y no me contestabas.

El tono de Yuna se veía muy serio, definitivamente había pasado algo, y él quería saberlo cuanto antes.

—Bueno, ¿y por qué me llamabas? —preguntó Brack ansioso.

Yuna suspiró.

—A ver, no sé cómo te vayas a tomar esto. Puedes tomártelo bien o no.

—¿Me lo puedes decir ya? Me estás poniendo de los nervios.

El viejo ha muerto.

A Brack se le abrieron los ojos como platos.

—¿Cómo que ha muerto...?

—Sí, justo ayer encontraron su cuerpo. Al parecer fue muerte natural.

—¿Y ahora quién lo va a sustituir?

—No se sabe, están buscando si dejó algún tipo de testamento por algún lado.

—¿Y tú cómo sabes todo esto?

—Porque yo sí contesto cuando me llaman —dijo Yuna en un tono irónico.

—Ya, claro. De todas formas, ¿Por qué tanta urgencia en decírmelo? Pensé que había sido algo peor.

—Vaya, ¿no te parece alarmante que haya muerto tu jefe y estemos sin uno ahora mismo?

—Sí me lo parece, pero pensé que te había pasado algo a ti.

Yuna se conmovió con eso.

—Si es que en el fondo me quieres mucho... ¿Verdad? —susurró ella.

—Pues sí, eres mi hermana, algo te tendré que querer.

—Bueno, ya te dejo en paz, si me entero de algo nuevo te aviso —rio Yuna.

La llamada finalizó, y Brack estaba en shock por lo que acaba de escuchar.

La mafia podría cambiar mucho dependiendo de quién sea el nuevo jefe. Aunque eso no tenía que ser necesariamente malo.

Por otra parte, Bryn había despertado. Todo su cuerpo se sentía cansado y le costaba moverse.

Hizo lo posible por intentar vestirse, pero solo consiguió ponerse la ropa interior con muchos esfuerzos.

Brack entró en la habitación y se acostó a su lado, sin decir nada. Su cara se veía indiferente, no era una persona muy expresiva.

Cegada por el amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora