Capítulo 10

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—No te vayas... quédate conmigo.

La mujer le sonrió entre lágrimas y le acarició con amor el óvalo de la cara.

—Sabes que no puedo... ha llegado la hora, cielo.

—No me dejes...

—Vas a ser feliz sin mí. Te lo prometo.

—¡No! Quiero estar contigo. —Lloró sabiendo lo que estaba a punto de ocurrir.

La única mujer a la que quería iba a irse para siempre. Según sus palabras se iba a un largo viaje del que nunca volvería.

—No puedes, mi amor. No soy lo que te mereces y aunque me duela muchísimo, es lo mejor. Se acabó el dolor.

—No... no.

La mujer expulsó un suave suspiro acompañado de una solitaria lágrima y cerró los ojos para no mirar el rostro de su pequeño desencajado por el dolor que ella le estaba causando.

—Adiós, mi amor.

Él negó con la cabeza e intentó retenerla a su lado. Pero era imposible, ella se había ido.

—¡No! ¡No! ¡Vuelve! ¡Vuelve! —vociferó con las lágrimas inundando su rostro.

—¡¡Vuelve!! —gritó Dan al despertarse de ese sueño.

Tenía su cuerpo cubierto por una fina capa de sudor y respiraba de forma agitada, como siempre le sucedía cada vez que soñaba con ese momento. Se pasó las manos por la cara y el pelo, y dobló las rodillas para apoyar sus codos en ellas. Era increíble, como, a pesar de los años, su mente no dejaba de recordar ese momento.

Volvió a Hocklast con un propósito. Sin embargo, a medida que pasaban los días, se planteaba dejarlo atrás junto con el pasado. Pero cuando soñaba con el último día que estuvo al lado de su madre, volvía a desear cumplir lo que había venido a hacer.

Se tumbó de nuevo y cerró los ojos para estar un rato así antes de levantarse, pero un peso en su cama hizo que los abriera de nuevo. Seguro que sería Tyler para tocarle las narices, aunque se sorprendió al no verlo. Se sentó y saltó de la cama cayendo al suelo cuando descubrió al intruso que allí se encontraba.

—¡Joder! —maldijo levantándose del suelo—. Pero ¿qué cojones...?

Dan se quedó mirando completamente asombrado a ese gato negro de ojos verdes y sin la pata izquierda trasera que, en ese momento, parecía descansar a los pies de su cama. Tuvo que frotarse los ojos varias veces para asegurarse de que estaba despierto.

Sin molestarse en ponerse algo de ropa, salió de su cuarto y se dirigió al de Tyler pero antes de llegar lo vio agachado en el suelo y buscando algo debajo del sofá.

—¿Buscas algo?

Tyler se sobresaltó al escuchar a Dan y se puso en pie antes de sacudirse la porquería de sus rodillas.

—Sí.

Dan suspiró. Estaba convencido de que su amigo había vuelto a perder el móvil. Le ocurría bastante a menudo.

—Oye, ¿te dejaste ayer alguna ventana o puerta abierta?

—No, ¿por qué?

—Hay un puto gato durmiendo en mi cama.

Tyler no contestó. Pasó por su lado para meterse en la habitación de su amigo y suspiró aliviado al encontrar lo que buscaba.

—Aquí estás, campeón —dijo cogiéndolo en brazos mientras Dan los miraba sin entender absolutamente nada.

Cuando Todo AcabeWhere stories live. Discover now