Bajo el peso de conformarse, la sociedad se ha perdido en el abismo,
Cegada por la apatía, sumida en un letargo egoísta y cínico.
Nos convertimos en marionetas de un sistema opresor y voraz,
Donde la individualidad se desvanece y la hipocresía se hace fugaz.
Somos meros engranajes en una maquinaria deshumanizada,
Dónde el consumo y el poder nos han engullido, nos dejan sin nada.
Nos guiamos por las apariencias y el afán de llenar vacíos internos,
Desatendiendo el espíritu, el alma se pierde entre el caos y los infiernos.
La superficialidad nos domina, la pantalla es nuestra única verdad,
Absorbidos por el narcisismo, olvidamos la esencia de la humanidad.
Nos desangramos en likes, en una búsqueda desesperada de validación,
Mientras la verdadera conexión humana se pierde en la desolación.
Bajo el peso de conformarse, la creatividad se marchita y desaparece,
La originalidad se diluye en la masa, asesinada por el miedo y la estupidez.
Nos convertimos en muñecos conformes, sin voz ni voluntad,
En un mundo donde la injusticia y la desigualdad son una realidad sin piedad.
La sociedad del consumo nos devora sin piedad ni clemencia,
Nos convierte en esclavos de nuestros propios deseos y trascendencia.
Es tiempo de romper las cadenas y rebelarnos contra esta sumisión,
Recuperemos nuestra esencia y luchemos por un cambio de dirección.
Bajo el peso de conformarse, la sociedad se desintegra en insensatez,
Pero aún hay esperanza si despertamos y luchamos por la templanza.
Rechacemos los estereotipos y construyamos nuevos caminos,
Donde la humanidad prevalezca y seamos libres, sin ser marionetas de destino.
