27: No hay vuelta atrás

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Danniel

— Dan voy a recibir al delivery — escucho el grito de Lilian mientras salgo de la ducha.

Suspiro mientras miro el espejo empañado y lo limpio con mi mano, veo mi labio partido lo cual me hace rodar los ojos.

Lilian sin dudas puede conseguir lo que quiera de cualquier persona, no tengo dudas de eso.

¿Una relación amistosa de sexo casual? ¿Acaso estoy demente? Al parecer si, al parecer las ultimas neuronas que me quedaban las consumí cuando decidí empezar esta locura.

Me visto y salgo del baño para verla solo con mi remera puesta ¿Así recibió al delivery? Lilian no se cansa de hacer estragos por doquier.

Baila tarareando una canción que ni conozco, claramente no debemos tener gustos musicales parecidos. Está acomodando todo para comer con mucho cuidado, no deja de mover sus caderas bailando y la veo indecisa de como acomodar la comida, resopla y cambia las cosas de lugar cada rato, me causa mucha risa y una boba sonrisa se dibuja en mis labios.

— ¿Ya podemos comer? — interrumpo mientras finjo que acabo de llegar y no la vi antes.

— Si, lo acomodé así nomás total lo vamos a comer — me acerca un plato — Literal lo tire en el plato — dice sin mirarme, ¿Por qué miente? Lilian es rara. Pero no puedo decir que me molesta. Porque no es verdad.

— Quedo lindo Lil — me sonríe y agarra sus palillos para romperlos.

— ¡Para! — Va corriendo a buscar en la bolsa las galletas de la fortuna — Me olvide esto — me va a dar una pero duda, cierra los ojos y las mueve en sus manos. Me empiezo a reír porque no comprendo que hace.

— No te rías, es para la suerte y que me toque algo bueno — ruedo los ojos mientras agarro la galleta que ella me da. — Ahora hay que abrirla — comienza a batallar con el paquetito, la saca y la rompe muy emocionada.

Yo lo hago tranquilo y la veo fruncir el ceño ante lo que le toco.

Leo el mío

"Tienes una belleza natural y una esencia que se trasmite como la energía"

— Creo que está era la tuya — le extiendo mi nota de la galleta y ella la lee, luego sonríe mirándome con un brillo en los ojos que me gusta demasiado.

Miro mi comida y comienzo a comer.

— Me toco que el arroz es el mejor acompañamiento — la miro y su cara de frustración me hace reír.

— Eso es todo un engaño para que la gente compre muchas — dijo metiéndome una pieza en la boca.

— Ya lo sé, no soy tan tonta, pero es divertido ver si te toca algo original. — la veo romper sus palillos y batallar para agarra una pieza, se le cae y no hay forma de que la sostenga por más de un segundo.

Cuando logra agarrarla frunciendo el ceño y apretando los labios la acerca a la salsa de soja y se le cae salpicando un poco.

Refunfuña y me mira afligida haciendo un gesto de lado mientras va a meter sus dedos en la salsa dudosa.

— Puedo abrir otra para vos, pero yo voy a comerlo con la mano — dice agarrando la pieza de sushi con sus dedos la cual se despedaza completamente haciendo que se ensucie toda la mano. Ella sin ningún problema la come como si fuera un pequeño animal y me da una sensación tan extraña en el pecho.

Y así come, con su mano, chupando sus dedos cada que se los ensucia y hasta mueve su cuerpo como si bailara, de un lado al otro.

A esto le temía, a ella siendo ella, tan cautivadora, tan atrapante e imposible de ignorar, ahora ya no hay marcha atrás, esto es lo que quiero hacer siempre.

— Ya sé para que usaré los palillos — agarra su cabello y se hace un rodete por el cual pasa los palillos — El truco es este — sostiene con una mano el rodete y con la otra empieza a entrelazar un palillo — Si solo lo pincho se caerá, entonces tengo que pinchar y sacar hacía afuera como si cosiera, luego el otro lo mismo — hace el mismo procedimiento con el otro palillo logrando un rodete con los dos palillos sobresalientes como las asiáticas usan — Taran — juntas sus manos haciendo el típico saludo Japonés y sigue comiendo como si lo que acaba de hacer no me dejo idiota mirándola.

Me concentro en comer sin mirarla algo imposible realmente; Lilian es ocurrente, lo dije anteriormente, pero ella es una chica llena de ideas y cosas divertida que decir y hacer.

Cualquier idiota ve a una mujer comer como a ella, totalmente descuida y sin una pizca de delicadeza y diría que le molesta a mi... a mí me encanta.

— Por mucho tiempo pedía Nigirigi de salmón y me enojaba de sobremanera porque me venía la piel del salmón cocida, le decía a Liv "Me estafaron" — hace una voz chillona mientras se ríe agarrando con la mano una pieza de Nigirigi — Y ella me discutía, que yo pedía mal, claramente no soy alguien que aceptaría estar equivocada, así que un día pedí en el mismo lugar, nigirigi de salmón y Liv pidió Nigirigi Salmón, adivina ¿Qué paso? — me mira muy emocionada con la anécdota y realmente ya sé que pasó, ella pedía mal, pero la dejo seguir hablando.

— ¿Qué paso? — se mete la pieza en la boca y mientras mastica quiere hablar pero no puedo así que traga apresurada.

— Nos vino las dos el mismo — abre los ojos — Nos estafaban — me empiezo a reír porque hubiera jurado que ella era la equivocada. — Creíste que yo era la que pedía mal ¿no? — asiento mientras me río. — Yo jamás me equivoco y eso es la prueba de ello — me empiezo a reír más.

— Eso es imposible Lil — me mira sorprendida — No equivocarse es imposible — me hace una burla.

— Yo jamás lo hago, es verdad Dan, yo te vi y dije ese hombre va a estar en mi cama no me equivoque, sabía que te gustaba, ahí tampoco me equivoque. — sonrío rodando los ojos.

— Sos perfecta entonces— asiente muy segura.

¡Y si Lil es perfecta no hay dudas! 

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Where stories live. Discover now