12: Solo una vez

1.2K 45 2
                                    



Danniel

— Al final muy pocos días te quedaste, ni pudimos hablar — Euge se lamenta que por tanto trabajo no pudimos charlar.

— Pero igual estoy acá cerca, me quedo 3 meses más así que nos juntaremos pronto a charlar — sonríe y me abraza. — Mándale saludo a los peques a Felipe y a Sam — asiente con una sonrisa.

— Igual estamos cerca, así que voy a ir a visitarte o a la oficina y te espanto a las pretendientes — lanzo una risa.

— Te quiero prima, nos vemos — camino hasta mi auto para irme.

Ayer llegué en un estado de incertidumbre y duda que no me dejo conciliar el sueño. Lo único que embarga mi mente es Lilian, esa maldita mujer va a hacer que me vuelva completamente loco.

Tan disperso me tiene todo esto que casi olvido que hoy me entregaban el departamento que alquilaré mientras este en Buenos Aires.

Cuando Erik me llamo a la mañana casi me da un infarto, lo primero que cruzó por mi mente fue "Lo sabe" y no me refiero a que deje que su hija me la chupara en un baño, me refiero que no nos olvidemos que deje que me besara en el ascensor. El estado de paranoica que me poseyó fue de otro nivel, pero solo era para avisarme del departamento que me consiguió.

Una excelente excusa para faltar, no enfrentar a esa endemoniada y sensual mujer que ni siquiera debería permitir que se acerque a mí. No puedo permitirlo, esto ya se me fue de las manos y sí, ya lo sé, muero por tenerla en mi cama, por follármela de todas las formar que se imaginen, que grite invadida de tanto placer debajo de mí, solo imaginarme lo increíblemente excitante que debe ser verla mientras me la follo ya me pone el pene muy duro.

¡Mierda!

Freno en mi nuevo departamento.

Solo debo concentrarme en la mudanza, la cual demasiado sencilla, porque es un departamento amueblado y solo tengo una maleta con ropa, trajes y zapatos.

¡Yuju, tengo tanto que hacer!

Y a pesar de saber que se trata de una misión imposible olvidarme de lo que paso, porque ¡Vamos! Ella fue, atrevida, segura, sexy y arrolladora como siempre. En mis 45 años de los cuales al menos 25 llevo siendo sexualmente activo; jamás, pero jamás me habían dado sexo oral en un lugar público y mucho menos de esa manera. ¡Ay por favor! No puedo ser tan estúpido de no poder dejar de imaginarla. Pero todavía siento la textura de su cabello entre mis dedos mientras la empujaba una y otra vez contra mi pene.

¡Ya! Tengo que parar.

Esto no va a pasar, no va a pasar, no está bien.

Suspiro entrando al departamento para comenzar a acomodar lo que traigo. Tengo un día para recomponerse y volver a la oficina mañana, fresco, lleno de autocontrol y raciocinio, para dejar muy claro que esto, jamás debió pasar, jamás.

..........

Los truenos me sobresaltan, que lluvia sorpresiva, estaba tan soleado, no parecía que fuera llover. Me asomo a la ventana, una lluvia intensa y fuerte cubre las calles, todos corren a refugiarse cubriéndose con lo que tienen a mano.

Un mal momento para estar en la calle.

Sigo en mis cosas, estoy terminando de acomodar mi ropa y escucho la puerta.

Es rarísimo que alguien venga, pero luego recuerdo que Erik me dijo que necesitaba los papeles de las sedes de CABA, así que voy a mi maletín para buscarlos. La puerta vuelve a sonar y al parecer mando a algún empleado ansioso.

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Where stories live. Discover now