10. Ayuda

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Danniel

— Erik está con mucho trabajo, ya saben que es adicto al trabajo — se ríen.

— Ese hombre no para nunca, pero contanos Danniel ¿Qué tienen pensado para este nuevo contrato? — saco unos papeles de mi carpeta.

Cuando levanto la vista pestañeo corroborando que no estoy alucinando producto de la locura que me generó esta mujer y me doy cuenta que no es una alucinación cuando me sonríe y levanta su mano saludándome.

— ¿La conoces? — pregunta uno de los Bonelli, lo miro sin saber que responder.

— Es... es la hija de un conocido— termino de sacar los papeles y se los paso.

Ellos comienzan a mirarlos y a comentarlos, pero no puedo concentrarme, hoy pensé que cuando me esquivo todo el día al fin entendió que esto no está bien.

Después de ese pequeño beso que nos dimos, el cual no podía sacarme de la cabeza y ni siquiera fue un beso de verdad porque me dije a mi mismo que no podía.

— ¿Será que podremos revisar esto? — miro a los inversionistas sin saber que responder por pensar en Lilian y que vino hasta acá persiguiéndome.

— ¿Me disculpan un momento?— Ambos asienten — Es un segundo nada más y ahora seguimos. — me levanto y camino hacia la mesa de Lilian.

No se da cuenta que está dificultando mi trabajo, ¿Qué pasa si alguien la ve siguiéndome? ¿Qué van a pensar? Ella tiene que ser consciente que no puede hacer esto.

Me acerco con una sonrisa y la veo con su teléfono así que entre dientes le hablo.

— Lilian, ¿Qué haces acá? — Levanta la vista sorprendida — ¿Podes dejar de perseguirme? Estoy en algo importante, yo no estoy jugando — frunce el ceño.

— Danniel estás confundido, esto es una simple casualidad — sonrío más porque solo se hace la inocente.

— No es divertido Lilian, yo vine a trabajar y solo te pido...

Se levanta y le hace una señal a un chico joven castaño.

— Vine con mi amigo Danniel, no sé de qué hablas, te salude por cortesía — no puede ser. ¡Que vergüenza!

Soy un boludo, acabo de quedar expuesto, yo pensando en cualquier cosa y era simple casualidad.

— Yo... mejor que las cosas están claras — me alejo avergonzado por haberme humillado así.

Mira si ella va a estar penando todo el tiempo en mí. ¡Idiota!

Ahí yace el problema, que yo estoy todo el día pensando en ella. ¡Mierda!

Me siento en mi mesa mientras la veo con ese chico hablar, reírse, está claro, ella es una mujer joven obviamente va a tener muchos pretendientes. Cosa que está perfecto, porque así ya no tengo que estar incomodo con sus insinuaciones.

Todo va perfecto, conseguí librarme de ella, eso era lo que debía hacer.

— Bueno sigamos — miro a los Bonelli y sigo explicándoles todo.

Mi vista instintivamente va a Lilian cada cierto tiempo, a la forma que le sonríe al chico ese, como hablan ¿Qué me pasa? Yo... yo no quiero nada, lo que paso o pudo pasar fue solo un error. Es solo precaución, solo la observo para saber que nada le pase.

¡Si claro, cómo no!

Sigo en mis cosas pero no puedo evitar clavar mi vista cuando el chico se para detrás de ella, le susurra algo que la hace sonreír con picardía y se va para la zona de los baños. ¡No puede ser!

Ella no debería ser tan confiada, ella no debería hacer ese tipo de cosas con un desconocido.

¡Dijo que era su amigo!

Eso... me levanto por inercia.

— Voy al baño ya vuelvo — no espero respuesta y me voy camino al baño.

Es solo que quiero corroborar que... ¿Qué este bien? Claro eso.

Voy tras ella caminando y la veo que casi llega al baño de hombres, así que solo dos pasos y...

— Sabía que ibas a venir — se gira y me toma de la camisa para entrar al baño que afortunadamente está vacío.

— ¡Lilian! — apoya su dedo índice en sus labios, por dios, esos labios que muero por besar de verdad.

— Shh, pórtate bien Dan — me sigue guiando a uno de los cubículos pegándome contra una de las paredes.

— Lilian, yo... esto... — tartamudeo como idiota, es que no sé qué decir.

— Lo sé Dan, yo también lo quiero — pasa sus manos por mi cuello y se acerca a besarme.
Yo no quería pero... pero lo hice y esta vez fue un beso de verdad, la tome de la nuca para profundizar el beso contra todo pensamiento negativo, con mi lengua recorrí su boca, mordí sus labios, ella no se quedó atrás me regalo el beso más ardiente y sensual de mi vida, me alejo por falta de aire decidido a arrepentirme.

— Li...Lilian... — ella niega mientras sus manos bajan a mis pantalones a punto de estallar.
Con mucha velocidad y agilidad baja mi bragueta. Quiero detenerla pero ella me mira con decisión.

— No creo que sea buena idea que los inversionistas te vean así Dan — mientras habla termina de desabrochar mis pantalones dejándolos caer — Solo te estoy ayudando — no sé qué responder pero cuando se arrodilla frente a mi, quiero detenerla y ella aparta mis manos a la vez que sin preámbulo mete mi miembro en su boca.

— Lilian — quiero frenar, esto no está bien — ¡Lilian...por favor! —no para, su boca es exquisita, su lengua solo hace que mi pene quiera estallan y esto no puede estar bien, yo.... — Por dios Lilian ¡No pares! — cierro mis ojo a la vez que mis manos se apoyan en la pared suprimiendo las ganas de hundírsela hasta su garganta.

¡Solo me está ayudando! Me digo internamente

— Así, si Lilian por favor — su experta boca me está dando el mejor sexo oral de mi vida y quiero parar, pero no.

— Lil así preciosa así! — aguanto un gruñido y siento que voy a explotar no lo soporto más.

Me agarra la mano posicionándola en su nuca y este preciso instante todo se va al diablo. Agarro su cabello por la nuca y me follo su boca de una manera tan deliciosa que no necesito demasiado para liberar todas esas ganas reprimidas y ella sin ningún problema toma todo de mí, sigue chupándolo y lamiéndolo como si fuera su cosa preferida, mis piernas tiemblan de satisfacción y suspiro aliviado ante esta descarga que necesitaba.

Solo hay un problema, quiero follarme, necesito follármela.

Apenas puedo respirar bien y ella no se detiene aún.

— Lil... Por favor — ella me suelta y se levanta de a poco.

— ¿Ahora Dan, vas a negármelo? — respira agitada y la estiro hacia mí para besarla, la aprieto a mi cuerpo besándola. Hasta que escucho la puerta del baño y caigo en la realidad.

Me aparto y subo mis pantalones, ella me mira muy tranquila con sus ojos oscuros y una sonrisa pícara ¿Cómo puede estar tan tranquila?

Se acerca a mi rostro.

— No te olvides Dan, vas a tener que pedírmelo vos — me da un beso fugaz, abre la puerta del baño y sale.

Yo aún sigo abrochando mi cinturón, no sé qué decir ni que hacer.

Carajos, ya hice todo mal, ¿Cómo no pude frenarla? Suspiro, salgo del baño, me lavo la cara y me miro al espejo sonriendo.

Eso fue increíble, impensado e increíble. Es una maldita diosa y su boca es... es increíble. ¡Mierda!

Soy un enfermo, una mierda y lo peor es que no me arrepiento.

Me acomodo sin que quede rastros de lo sucedido. Ella solo me ayudó ¿no? ¿Podría servir como escusa? Claramente no.

Salgo y camino a la mesa, una estúpida sonrisa se me dibuja en los labios, ella ya no está y de una manera increíble termino la reunión fresco y enfocado, algo que no me sucedía hace días.

¿Qué voy a hacer con Lilian? 

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Where stories live. Discover now