18: Adicción.

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Lilian

Danniel abre la puerta de su departamento y se hace a un lado para que entre.

Viajamos en silencio todo el camino, tuvimos que aguantar que prácticamente nos echaron del lugar.

Miro un poco el departamento que la otra vez no pude ver, estaba muy concentrada en otras cosas.

— Siéntate Lilian — obedezco y él se va a buscar algo para tomar.

Lo observo muy tranquilo buscar unos vasos. Este hombre es una maldita caja de sorpresas, mi cuerpo aún tiene vestigios de lo que paso hace tan poco y no puedo pensar claro porque cuando estoy con él solo quiero tenerlo entre mis piernas todo el tiempo.

Ahora la pregunta es ¿Qué vamos a hacer con todo este deseo incontrolable?

— Espero te guste el vino, es lo único que tenía — asiento tomando la copa que me deja en la mesita ratona.

Se sienta a mi lado en el sillón, miro mi copa y doy un sorbo para luego dejarla de nuevo en el lugar. Él me imita y luego nos miramos.

— Danniel tenemos qu... — un segundo eso fue lo que basto para que me besara y yo respondiera. Paso mis manos por su cuello acariciándolo, mientras él aprieta mi cuerpo hacia el suyo.

Un beso apasionada e increíble, un beso de esos que te dejan boba, un beso de amantes que se necesitan y hace menos de una hora estaba follándome sin parar pero parece que paso una eternidad desde que toque sus labios.

No nos separamos y si lo hacemos es para tomar aire y seguir besándonos.

Estiro su cabello mientras saboreo sus labios, Danniel es un gran besador, su lengua lleva un ritmo totalmente coordinado con la mía.

Nos separamos un poco agitados y jadeantes.

— Ahora si deberíamos hablar — Susurro a lo que él asiente.

— Pero que sea rápido ya quiero volver a follarte Lilian — asiento mientras suspiro.

— ¿Qué es esto? ¿Vas a volverte un idiota otra vez ignorándome? ¿Sabes que no es suficiente una vez más no? — Se sonríe con picardía y creo que es la primera vez que veo a Danniel tan desinhibido

— Yo te respondo a eso Lil — me tumba en el sillón levantando mis piernas para acomodarse entre ellas — Esto es sexo casual — mete su mano entre mis muslos acercándose a mi centro — No voy a volver a comportarme como idiota.

— Mmmm — gimo cuando sus pulgares acarician mi punto de placer sobre mi ropa interior.

— Porque no quiero dejar esto Lilian, no pienso desperdiciar esto, ni limitarme — corre mi ropa interior para tocarme sin ninguna barrera y solo me retuerzo por el placer. — Y lo sé, sé que no será suficiente por eso pienso follarte muchas veces cada día en cada momento que encuentre libre voy a estar metido entre tus hermosas piernas — cierro los ojos producto de las sensaciones.

— Hummm Dan eso me gusta. — sus manos me sueltan para sacarme la ropa interior.

— Eso sí Lilian, nadie puede saber, nadie absolutamente nadie puede saber de esto — lo estiro hacia mí para desabotonar su camisa.

— No me interesa que nadie lo sepa, no quiero nada que me comprometa, soy libre — le saco lentamente la camisa mientras acaricio su cuerpo. — ¿Cómo podes estar tan bueno? — Comienzo a besar su cuello a morderlo.

— Cuidado con las marcas Lil — lo muerdo fuerte algo que dejara marcas — Sos una chica caprichosa — Me tumba subiendo mi falta mientras me saco la blusa y comienza a morderme el, los muslos, mis costados, llega a mis pechos y sus mordidas solo hacen que me humedezca más. — Sos tan caliente Lil — lame mi cuello haciendo que yo me arquee y le dé acceso. — Vos a dejarte un recordatorio para que pienses en mí todo el tiempo — succiona mi cuello y necesito que me folle ya.

— Ahhhh Dan ya hazlo — se acomoda y cuando lo siento dentro mío solo quiero quedarse así todo el tiempo.

Esto es una maldita adicción.

********

Danniel

— Ohh mmmm Lil — aprieto su cintura clavando mis pulgares en su piel mientras consigo mi liberación otra vez.

Ella jadea aún sumida en el orgasmo, su boca se abre y sus uñas se clavan en mi espalda la cual debe ser un montón de líneas rojas, las cuales no me afectan en lo absoluto.

Salgo de su interior tirándome en la cama.

— Por primera vez, estoy agotada — murmura Lilian mientras recupera el aliento. — Aunque podría quedarme así quieta mientras seguís follándome — lanzo una carcajada la cual ella secunda.

— Sos insaciable Lil — se gira a mirarme.

— Es tu culpa, no pensé que alguien pudiera seguirme el ritmo así — se despereza en la cama y si no estuviera tan cansado volvería a hacerle muchas cosas. — Tengo que ir a casa a descansar, si sigo acá voy a seguir follando — se levanta de la cama y la observo caminar desnuda para juntar su ropa y vestirse.

Me siento y busco mi bóxer para ponérmelos, me levanto y busco un pantalón cómodo.

— Agradezco que no me hayas destrozado la ropa está vez — me río de su comentario mientras la veo vestirse.

— Igual tengo esto — me acerco a mi cajón para sacar la ropa interior que me dejo en el bolsillo aquella vez.

— Ay no, eso seguro fue usado para que te masturbes ¿Cuántas veces? — se acerca con una sonrisa divertida.

— Esta limpia — achina los ojos tratando de sacarme la verdad, Lilian es intuitiva, sabe leer a las personas muy fácil. — La use muchas veces — ruedo los ojos y miro hacia otro lado porque ella y su cara de triunfo. — Te encanta saber que tenes razón ¿no? — la miro y asiente mientras se me acerca solo con su falda y su brasier a medio poner.

— ¿Me ayudas? — se gira dándome la espalda y corre su pelo a un lado para que la ayude con el broche.

Suspiro y lo abrocho sin pensar en nada sexual, lo juro.

— Gracias Dan — se gira a verme y veo como muerde su labio inferior.

— Lil basta — se encoje de hombros y agarra su blusa para vestirse.

— No sé de qué hablas — termina de acomodarse — Tenes mi chaqueta de la otra vez ¿no? ¿O acaso la usaste también para masturbarte? — pongo los ojos en blanco y niego a lo que ella se ríe a carcajadas.

Camina a la salida pero la detengo.

— Espera que voy a llevarte — voy a buscar una remera y mis llaves.

La veo parada en la puerta observar todos mis movimientos mientras muerde su labio inferior. Y la verdad que así no voy a llevarla más a su casa, me acerco hasta ella y sigue mirándome con ese destello de deseo en sus ojos y sin dudas Lilian es insaciable pero yo soy igual.

— Creo que ya que te voy a llevar... — ella asiente como si leyera mi mente y me estira de la remera para besarme.

— Para compensar que el domingo no te veré— susurra en mis labios y no puedo aguantar reír.

— Sos terrible Lil — asiente y me besa mordiendo mi labio inferior.

¿Cómo voy a hacer para soltarla? Es una maldita adicción

¡Podría ser tu padre! 🔥(HISTORIA FINALIZADA) 🔥Donde viven las historias. Descúbrelo ahora