XIII.- El Inicio y el Fin del Infierno

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Jared estaba desesperado, sentí como la energía y la vida se escapaba de su parabatai, le dolía y no podía hacer nada pero al parecer el plan de Stiles estaba funcionando porque esa máquina se estaba sobrecalentando y no tardaría en dejar de funcionar, era demasiado listo y sabía que podría completar sin ningún problema.

— ¿Dónde carajos están? —dijo Jared entre dientes tratando de concentrarse en las cadenas para salir de ellas, necesitaba ayudarlo no podía confiar en que los demás llegaran a tiempo.

*

La manada junto con los príncipes se encontraban en un mar de sangre, ellos estaban cubiertos por ella y miles de cuerpos de ángeles y demonios yacían en el suelo muertos, estaban cerca de encontrar a los suyos, no se iban a detener.

— Escucho gritos. — dijo Jackson, sus ojos no tardaron en iluminarse de nuevo y correr hacia la dirección de los gritos.

— Es Stiles. — dijo Derek transformándose en un lobo completo.

Los demás no tardaron en seguirlos, su familia estaba en peligro.

— Nosotros nos encargamos de los ángeles y demonios que estén cerca. — dijo Dean mientras que su hermano, cuñado y esposo asentían.

— Esta herido, mi cachorro esta herido. — decía Peter entre dientes, estaba furioso al igual que su pareja.

Para sorpresa de los cazadores y el brujo todos los betas se convirtieron en lobos completos, Malia se convirtió en coyote mientras que Jordan se convirtió en un dóberman pero un poco más grande y robusto además de que todo su pelaje era completamente negro y sus ojos brillaban en anaranjado oscuro, las llamas lo cubrían con fuerza.

— Al parecer después de todos estos años su ancla no ha cambiado ni el poder que tiene en toda la manada. — dijo Magnus sorprendido, no esperaba nada de lo que estaba sucediendo.

— ¿A qué te refieres? — preguntó Allyson.

— Los que mantuvieron una conexión con Mitch como tú y los demás no lo sintieron pero los demás lo acaban de sentir. Dentro de una manada sin importar si eres humano, lobo o algo más hay un ancla colectiva, una que comparten todos y normalmente suele ser un cachorro o la pareja del alfa pero al parecer en su caso desde hace mucho tiempo es Mitch quien se convirtió en su ancla. Eso es lo que denoto las transformaciones completas de todos, la furia que todos sintieron por escuchar y sentir el dolor de él los envolvió por completo y los volvió locos. Nosotros también estamos furiosos pero nos toca pensar con frialdad, ellos están actuando por instinto. — les explicó Magnus mientras entraban a lo que parecía ser una bodega, en el suelo yacían muchos cadáveres de los que la manada se había encargado.

— Creo que no habrá una guerra después de esto, es una masacre y no creo que los ángeles o demonios tengan el valor de intentar algo así en mucho tiempo. — comentó Jace con asco, solo esperaba que la manada no lo terminara matando ahora que todos los betas parecían estar locos, Allyson y los demás no tenían problemas pero él y los otros no eran manada así que no sería tan sencillo.

— Me adelantaré, ellos no están en sus cabales. — dijo Belcebú para después desaparecer.

*

Stiles solo podía gritar, sentía su cuerpo desgarrarse desde el interior, era como si tuviera un incendio dentro de él, sabía que dolería pero no se imaginó que tanto. Trataba de concentrarse en los gritos de Jared pero apenas podía escuchar más allá de sus propios gritos.

Un aullido resonó en el lugar distrayendo a Jared que solo pudo dejarse caer sobre la pared, todo estaba solucionado.

Un lobo gris con las patas cafés se acercó a Jared y rompió las cadenas para después frotar su cabeza contra el torso del joven para después lamer las heridas que habían dejado las cadenas.

— Gracias por llegar a tiempo. — trató de levantarse pero terminó en el suelo gracias al lobo — ¿Ok? Necesito ver a Mica.

— Tienes que descansar, Jay. Estabas tan preocupado por Mitch que ni te diste cuenta de que también estaban tomando tus poderes, tu esencia angelical. No estás en mejor estado que Mitch. — le dijo Asmodeo mientras ponía su mano contra la frente dejando salir una tenue luz.

— ¿Cómo esta Mitch?

— Bel y Lev están con él, tenemos que salir de aquí.

— ¿Y los ángeles, demonios? — le preguntó Jared comenzado a caer inconsciente.

— Ya todo esta solucionado, no habrá guerra, tendremos un descanso. — le sonrió.

Peter aun como lobo logra detener a Jared quien había caído inconsciente por completo.

— Estará bien, no tienes porque preocuparte Peter. — el lobo gruñó y el príncipe se levantó y alzó sus manos — Ya, ya, ya, me voy.

Belcebú, Leviatán y Belfegor estaban rompiendo las cadenas, el castaño les sonreía cansado, él tampoco tardaría mucho en caer inconsciente y de hecho estaban bastante sorprendidos de que estuviera despierto después de todo.

Derek los miraba aun como lobo, gruñía levemente pero los príncipes lo ignoraban.

— Gracias por venir, supongo que ya acabó todo. — dijo Stiles una vez que cayó libre en los brazos de sus hermanos.

Leviatán lo recostó sobre el suelo apoyando la mitad de su cuerpo sobre el suyo, dejó suaves caricias sobre su frente.

— Ya todo terminó, ahora solo tienes que descansar y recuperarte de las heridas. — le dijo Belcebú mientras acariciaba las muñecas del castaño con cariño y tristeza.

Stiles miró al lobo y sonrió levemente para después estirar su mano y acariciar su cabeza.

— Ahora si eres un pulgoso.

El lobo gruño levemente para después dejar su cabeza sobre las piernas del ahora hombre que había tenido su corazón desde hace años. Stiles se sintió relajado y cerró los ojos. 

Cazador de SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora