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🎧: False God - Taylor Swift
Mayo 24

Eran las doce de la medianoche, llevaba aproximadamente unas cuatro horas hablando con Andy por videollamada y ayudándolo a hacer una tarea que tenía pendiente. Andy no era muy bueno en la clase de historia lo cual yo era su fuente de ayuda más personal. Me encanta la historia y somos polos opuestos si necesita ayuda en esa clase lo ayudo pero en mi caso como soy malo en las matemáticas el me salva la vida.

—Tienes un globo terráqueo por cerebro—dijo el muy chistoso de Andy.
—Jajaja que gracioso «dije sarcásticamente» pero agradece que este "globo terráqueo" te salva la vida en los finales.

Comenzaba a reírse y hacía muecas con tal de que yo me distrajera. Era muy gracioso pero a la ves molesto porque estaba concentrado haciendo algo importante «bueno importante para él no para mí, lo importante sería que estuviera conmigo en la cama ahora mismo» pensé de manera intrusiva como siempre sucede.

—Muy bien, ya te hice un pequeño repaso de la prueba que tienes mañana; espero que contestes bien a las preguntas que te haré.

¿En que año se terminó la Segunda Guerra Mundial? —pregunté
—1945?—dijo dudoso
—Muy bien, ¿Cuál es la guerra que aún no tiene fin en el mundo?
—La Guerra de Corea
—¡Muy bien, bravo!—dije emocionado

Estudiar a Andy era divertido pero tenía sus trucos. Habíamos terminado su repaso, no quedaba más nada que hacer sólo hablar sobre nuestras tristes y aburridas vidas. Llevé mi laptop a mi regazo, así podía ver a Andy más cerca y mucho más detallado que en el celular. Llevaba una camisa corta, podía notar sus brazos y varios lunares que nunca había visto antes. Su pelo estaba algo desordenado pero aún así precioso. Para ser honesto se veía sexy. Aunque debería ignorar esos pensamientos y no perderme en ellos como suelo hacer siempre.

—Acaso tengo algo extraño?—preguntó serio
—Mm, no ¿porqué?
—Estas sumamente perdido mirándome, crees que no lo he notado.
—Bueno...es que... «me interrumpió»
—Vamos a hacer algo.

«Vamos a tener sexo, serás todo mío, te la pondré toda hasta que gimas de dolor, me excita eso de ti Kai, serás mi esclavo esta noche mientras te doy tan fuerte como si no hubiera un mañana» volví a pensar de manera pervertida y fuera de lugar.

Me sentía nervioso, no sabía que tramaba Andy con lo que recién había dicho, era muy extraño aunque bueno «me encanta eso» el misterio no me dejaba tranquilo así que decidí seguirle el juego.

—Se que esto no viene a lugar pero quisiera preguntarte algunas cosas.
—Cómo cuales si se puede saber—dije

—Perdón por preguntarte pero...«carraspeó» ¿Qué rol eres?

Enserio Andy está preguntándome ese tipo de cosas, acaso, el pensamiento que tuve recientemente puede hacerse realidad. Me emocioné pero a la ves sentí vergüenza por hablar de eso con él, claramente me gustaría hacerlo pero, me siento algo avergonzado sobre hablar del tema ahora. Tragué saliva y me llené de valor para contestarle.

—Soy...yo...soy pasivo—dije tartamudeando
—Oh, perfecto.

Perfecto ¿a que se debe esto? Porqué respondió así, que quiere decir con eso. Estaba al borde de la locura, solo pensaba en eso.

—Cómo te gustan los chicos—volvió a preguntar.

—«Respire antes de contestar» Me gustan que sean cariñosos, amables, inteligentes, graciosos y también que sean honestos.
—De forma física?
—Pues que sean de la misma altura que yo o un poco más altos, ni tan delgados ni tan llenitos «algo más parecido a ti» y que sean sumamente atractivos.

Comencé a ponerme más nervioso, creía haber estado dando pistas de que Andy es el chico del cual estoy describiendo con sus preguntas. Tenía miedo de que lo descubriera aunque no sé porque vienen ese tipo de preguntas. Al menos que sea una simple estrategia de él con tal de sacarme información para asegurarse de que es el de quien estoy hablando. Realmente no lo sé, pero me asusta.

—Te diré algo, espero que quede entre tu y yo entendido.
—Si—asentí con la cabeza
—Soy activo, me gustan mucho los chicos parecidos a ti. Quizás te tome por sorpresa pero, la verdad si he sentido atracción por los chicos similares a ti. Desde hace mucho lo he estado ocultando, por eso preguntaba.

Mi frecuencia cardiaca estaba tan agitada que el reloj inteligente me notificó siete veces el nivel de latidos que tenía. No sabía que hacer, ni como reaccionar. Quería gritar pero no podía en este momento, sabía que la única reacción de la cual se daría cuenta era por mi rostro enrojecido. No podía creer lo que había escuchado, mucho más del chico que me gusta, mi mejor amigo. Tomé un juguete anti estrés que tenía cerca y comencé a utilizarlo desesperadamente. Pude ver la mirada perversa que hacía Andy mientras se lamia los labios y sonreía perversamente.

Intenté distraerme hasta que mi cuerpo logró canalizar la emoción a través de algo más. Tenía una erección, me emocioné demasiado que hasta mi pequeño hijo quería celebrar aquel acontecimiento perverso.

—Y porque me preguntas esto Andy—pregunté
—Mm, no lo sé, quizás porqué mm, mejor no lo digo.
—¡Andy!

—Pronto sabrás porqué, también quisiera decirte que te tapes un poco, puedo ver como tú pequeño hijo intenta asomarse a través de la cámara.

Moví mi laptop y comencé a contener las altas ganas que sentía por Andy en esos momentos. Era muy cruel intentando ponerme cachondo cuando claramente no iba a solucionar nada y mucho menos a generarme placer con su pene que era lo que más deseaba en estos momentos.

Me despedí de él e intenté estar lo mas tranquilo posible, aunque ya había notado lo que mas temor me daba que viera. Me golpeaba la cabeza «porqué dejaste que viera tu ereccion, como lo verás ahora, no lo verás igual y tal ves recuerde esto momento por muchísimo tiempo.

Las ganas de tener relaciones con Andy iban cediendo a medida que respiraba para calmarme. No entiendo como pasó esto, porque de una simple llamada de estudio terminamos en un evento casi sexual. Lo que Andy hizo no tiene perdón, mucho menos dejándome con las ganas de tener sexo a mitad de la noche.

Sé que el paraíso es real
Allí voy cuando me tocas, amor...

Midnight Rain (The Dawn Edition)Where stories live. Discover now