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🎧: Candy Necklace - Lana Del Rey

Cada gota de lluvia que resbalaba sobre mi ventana me envolvía en una melancolía severa. Una melancolía que se negaba a desaparecer de mi vida, que se aferraba a mi corazón y me desgarraba. Decidí salir de mi burbuja, era como si estuviera atravesando sobre el Apocalipsis, me sentía solo, realmente solo. Recordaba cada palabra hiriente, cada una de ellas se sentía como una especie de flecha incrustada en mi corazón. Me preguntaba si podría haber cambiado algo, o si tan solo pudiera ser escuchado sin que nadie juzgara mi versión.

Todo se volvía cenizas. Observaba la gente señalándome. Sentía como mi pecho se comprimía cada vez que llegaba al colegio. Me dolía mucho ver que mientras mi mundo se desvanecía, tu solo huías y me dejabas en aquel interminable infierno.

Decidí seguir ocultándome en mi propia burbuja. No confiaba en nadie. Confiar se había convertido en mi nueva pesadilla. Aunque fuera doloroso, aislarme fue la mejor solución de todo.

Después de todo, siempre me cuestionaba si algún día todo acabaría o si algún día volviese a hacer todo igual.

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Seguir deprimido en mi habitación no solucionaría nada, o al menos eso me decía Andy.

—¿Recuerdas cuando Taylor Swift regresó después de todo el odio que recibió?—recordaba sus palabras en mi cabeza.

Era obvio, debía volver a ser yo, debía enfrentarlo todo. Aunque sintiera miedo de que me juzgaran nuevamente. Me encontraba frente a la puerta principal de mi casa, los nervios alborotaban mis manos. Nunca antes había sentido tal abrumadora sensación antes de salir de mi hogar. Llevaba tres semanas encerrado y el mínimo contacto con el mundo exterior me aterraba. Tomé la manija y salí.

Caminaba lentamente por el vecindario, abrigado completamente. El cielo grisáceo y el viento frío congelaban mi rostro, el clima parecía tener una especie de conexión con mi alma. Quería contemplar aquel jardín tan hermoso al que frecuentaba ir. Siempre al llegar al parque, se extendía hacía mi una sinfonía de colores y sonidos agradables. El estar sentado en aquel césped por alguna razón me hacía nutrirme de paz y por algún momento sentía como si no hubiera pasado nada. Como si mi vida estuviera llena de normalidad y nada de esta guerra hubiera pasado.

Se sentía como una película, solo cerraba los ojos e imaginaba como cada una de esas flechas incrustadas en mi corazón se disolvían, poco a poco. La brisa fría azotaba mi rostro y lo disfrutaba, colocaba mis manos en mi pecho sintiendo cada latido de mi corazón. Por un momento volví a sentir que me reconstruía pedazo por pedazo...

Midnight Rain Where stories live. Discover now