Eres Luz de Estrellas

Capítulo 7 | Situaciones ridículas

Capítulo 7 | Situaciones ridículas 

ALEX

— Soy Alexander —me adelanto a responder, tendiéndole mi mano, él la toma esperando más detalles.

— Es un amigo y compañero de clase —añade Eve con una leve sonrisa tranquila.

Siento como mi corazón se tranquiliza.

Me giro hacia Kat y Danya que la miran con una leve expresión desconcertada, pero compartir una sola mirada con Eve es suficiente para que no comenten nada al respecto.

El abuelo de Eve me mira y sonríe amable.

— Es un gusto conocerte.

— Lo mismo digo, señor Grant —respondo dedicándole una sonrisa tensa.

— Bueno, no los detengo más, Evie ya me contó sobre la fiesta que tienen en un rato, diviértanse.

— ¿Va a venir Matt por ti?

— Le envié un mensaje hace rato, ya está afuera.

— Te acompaño al estacionamiento —Eve entrelaza su brazo con el de su abuelo y me voltea a ver, haciéndome una seña para que los siga—. Las veo cuando termine el partido de Gibran.

Mientras Danya estaba distraída, Kat me contó que su amiga era la única interesada de las tres en asistir a ese juego, Eve pudo huir de ser su acompañante con la excusa de tener que irse a cambiar terminando su partido.

Pero Kat no tuvo la misma suerte para escapar de la insistencia de su amiga.

Por lo que sé, Danya, Gibran, y Marco se conocen desde la preparatoria y han sido buenos amigos desde entonces, fue gracias a su amistad que Eve y yo nos conocimos.

Así que ella no dudaría en ir a apoyar a sus amigos de la adolescencia.

Me mantengo en silencio mientras llegamos al estacionamiento, el abuelo de Eve le menciona sus momentos favoritos del partido y ella se sincera con él, diciéndole que a pesar de haber tenido un buen desempeño, le hace falta mejorar muchas cosas.

Para mí, fue asombrosa pero prefiero no compartir ese pensamiento enfrente de su abuelo.

— Me avisas cuando llegues a la casa ¿de acuerdo? —le dice recargándose en la ventana del copiloto—. Hola Matt.

No alcanzó a ver muy bien al conductor de la camioneta, pero al parecer es un hombre joven, tal vez solo unos años mayor que nosotros.

— Hola, Evie, felicidades, ya me conto Ben el resultado del partido. Lamento mucho haber faltado, pero ya sabes porque lo hice.

— No te preocupes, entiendo. Espero que puedas venir al siguiente.

— Lo haré, de todas formas, Ben ya me envió los vídeos que grabo, así puedo juzgar con mis propios ojos si eres tan buena como dices.

— Sabes que siempre puedo demostrártelo en la cancha y darte una paliza.

— Eso ya lo veremos.

Una vez que la camioneta se va, Eve se gira hacia mí con el mismo brillo alegre que ha tenido desde que termino el partido.

— Tengo que ir a mi habitación para cambiarme, ¿me acompañas o nos vemos en algún lado cuando termine el partido?

Pienso que su pregunta no es enserio, pero al ver que espera mi respuesta, me toma solo pocos segundos pensar en ello.

— Te acompaño, no tengo algo mejor que hacer.