Ella mira el móvil,pantalla de inicio, lo bloquea,acto seguido lo desbloquea, mira el icono del WhatsApp,se siente tonta y lo vuelve a bloquear,otra vez lo desbloquea.
Se queda mirando a la nada dentro del móvil, pensando que ojalá...
Tiene 3 mensajes de 2 chats; ninguno le interesa.Notificación4 mensajes de 3 chats,5 mensajes de 3 chats,se abalanza a bajar la pestañacon la ilusión de una quinceañera en los ojos.
Tampoco es él;sube la pestaña sin contestar.
Está tumbada en la cama con el móvil en la manopor un segundo le echa valory redacta en su cabeza el mensaje perfecto. Uno que escupa sinceridad,con el que se abra en dos como en un juego macabro,para enseñarle todo lo que lleva dentro,para que él la haga entender como algo tan bonito puede doler tanto. Como el amor de una niña, puede convertirseen una metástasis terminal en una adulta que agoniza por un beso más,que se rompe en pedazos por sentirte suyo, mientras la miras a los ojos con esa mirada oscura,porque la acaricies la espalda ya sea para que se duerma,o para que sepa que estás justo detrásy que la cogerás del cuello y la acercarás a tu pecho...
ya tiene en su cabeza el mensaje perfecto,piensa que esto es lo último que leerás antes de dormiry no necesita una gran respuestale bastaría con un "yo también"
Y con ese "yo también" imaginario en la cabezaa ese texto cristalino sin escribirdeja el móvil en la mesita apaga la luzy se da media vuelta para no dormir.
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Restos de Bilis emocional
PoetryReflexiones de una noche interminable en la que no nos faltará sexo en camas semivacías, alcohol y un atroz esfuerzo por conocerse a una misma. Un espejo en el que mirarse, del que pocos hasta ahora han conseguido salir ilesos. Una crítica hacia la...
