Mierda, otra vez

2 0 0
                                    

Aquella noche,para no cambiar nuestras costumbres,yo me puse a pensar en ti, en mí,y en como habíamos llegado hasta aquí. 

Me puse a pensarcomo una mirada transformó ala femme fatale más segura de todos los cuentosen una niña dulce que pide cinco minutos más(petición a la que tú siempre accedes,pero eso, es otro texto) 

Tengo tantas preguntas, tanta historiay tantos manuscritos que hablan de ti,que empiezo a plantearme escribirte un libro.Relataría la historia de una jovena la que siempre le gustó la psicología, la política, el arte...Hasta que un día le gustabas tú. 

Alguno de mis amigos dirá que es muy romántico,otros, una idea preconcebidaimpuesta por el sistema patriarcal,la idea de amor romántico y posesión. 

Que discutan cuanto quieran,hace rato que no les oigo.Has llegado ytengo demasiados destellos en tu retina que contar,si te acercas másincluso podré contar tus pestañasy un poco más,y podrás relatarme el absurdo cuento de que somos amigosresumido en dos besos. 

Odio que hagas eso.Sé que es un cuento porque tú también lo odias.Evitas hacerlo hasta que no te queda más remedioy te acercas con resignación.Ni si quiera me miras.Me pregunto si también tu piel estará gritando"Por favor, hoy sí. Gira la cabeza" 

Nunca la giramosy te marchas observandocomo la punta de tus zapatillas se aleja. A esta distancia si susurras ya no puedo oírte¿se te escapa un "mierda, otra vez"?A mí cada tarde.

 Como ya te he dicho,esto no tiene nada que vercon el hombre que me coge de la cintura,me sujeta la cara y me besacomo si nunca fuese a pararse el ascensor.Después vuelves a ser ese niño asustado que huye cabizbajo 

"¡Mierda, otra vez!"

Restos de Bilis emocionalWhere stories live. Discover now