Capítulo cuatro/ Primero, tocar la guitarra. Segundo, la guitarra no es lo mío.

125 14 1
                                    

Muchos pueden catalogar a algunos sueños como absurdos o tontos, pero lo que importa es que tus ojos los vean como magníficos y valiosos.


- Sí que tu cara dice: "Odio al mundo".

Le digo a Cameron mientras me subo a los asientos traseros de su auto.

- Solo está así porque su equipo favorito de futbol perdió ayer- dice Emma que se encuentra en el asiento de copiloto.

- Ya me imagino como debe estar Jake entonces- digo.

Hoy comenzamos con algunos puntos de nuestras listas y uno de ellos es "aprender a tocar la guitarra", unos de los sueños de Jake. Cuando él me dejó anoche en mi casa me acordé de una promoción de 2x1 en clase de instrumentos que vi en mi celular y gracias a Dios entra la guitarra, asique de inmediato les pase la foto a los chicos y ellos aceptaron. Por eso ahora nos encontramos yendo a esas clases.

Cameron pasó a buscarme e Ivy lleva a Jake y a Dylan. Me pregunto cómo hará este último para que Ivy lo bese, sabemos lo cabezota que llega a ser ella.

- Ya deja de resoplar-reprendo a Cameron-. Supéralo, tu equipo es un asco.

Rio cuando veo sus intenciones de asesinarme con la mirada a través del espejo retrovisor y que solo se tranquiliza cuando Emma le acaricia su mano que está en la palanca de cambios. Es por esta razón que le dije ese comentario, se altera tan fácil y me encanta ver que la única capaz de calmarlo en verdad es Emma. Ella no es el problema, hasta Cameron sabe que tiene sentimientos por él, dado que Emma es muy indiscreta y directa, el problema es él. Así como lo ven de hosco y ácido, también es muy tímido, y más si se trata de ella.

- No le hagas caso- le dice ella.

Aparta su mano y veo la desesperación de él para pedirle que no lo haga y como buena amiga que soy digo:

- Es la verdad, jugaron pésimo.

- ¡Isa! - me reta Emma, pero vuelve a acariciar la mano de Cam.

Él me entrecierra los ojos, pero noto su pequeña sonrisa y gesticulo un "de nada". Me auto declaro cupido.

Ya estaban los chicos en la pequeña escuela cuando llegamos. Y como imaginaba, Jake también está molesto por lo que pasó con su equipo.

- Déjame adivinar- digo cuando llego hasta su lado-. Estas así por lo del partido.

Él no dice nada y solo me saluda con un beso en la frente ¿tan mal jugaron?

- Pues, adivinaste-dice Ivy mientras caminamos en busca del aula que nos corresponde-. Tuve que aguantar su cara de culo y las quejas de él. -señala a Dylan.

- Perdón- dice el señalado-, pero puedo compensarte con un beso.

Ivy se adelanta sin decir nada y Dylan ríe, pero se apresura para alcanzarla.

- Puedes, al menos, dedicarme una sonrisa-le sonrió a Jake.

Me mira y aunque trate de contenerse no puede hacerlo por mucho tiempo y me regala su sonrisa donde se le marcan los hoyuelos que tanto me gustan.

- Me complicas las cosas, Bella- suspira sonriendo-. Al menos tú dame un abrazo.

Me acerco y le rodeo la cintura con mis brazos. Aspiro un poco sintiendo su perfume y lo siento hacer lo mismo cuando esconde su rostro en mi cuello, generando un cosquilleo que recorre mi columna.

Cumpliremos Nuestros SueñosOù les histoires vivent. Découvrez maintenant